Paquirri contra Carmena: «Pisotea la libertad»

Primero fueron los fuertes comentarios a través de su cuenta en la red social Twitter. Y para que no quedara duda, Francisco Rivera ha confirmado a LA RAZÓN sus sentimientos con respecto a la decisión del Ayuntamiento de Madrid de retirar su subvención a la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda. «Es una muestra del acoso brutal que está sufriendo el toreo», explicó el matador, dejando claro que, en su opinión, se trata de un «ataque directo» a esta actividad y no simplemente de una decisión administrativa: «Es cierto que hay que recortar dinero de muchas cosas, pero habría que empezar por donde realmente sea necesario».

La alcaldesa, sin embargo, ha declarado que la medida «no se puede entender, ni muchísimo menos, como una operación en contra de los espectáculos de los toros, que forman parte de la cultura del país». A lo que Rivera contesta: «No engañan a nadie. Ellos, dentro de su programa, han ido siempre cantando y gritando que están en contra del toreo. Resulta gracioso, porque por un lado gritan “libertad” y, por el otro, prohíben». Ya en su Twitter el torero había aseverado que el Ayuntamiento «pisotea la palabra libertad, la manipula», añadió el torero.

La escuela Marcial Lalanda está situada en la finca de la Venta del Batán, en Madrid. Se fundó en 1976 y puede presumir de tener ex alumnos de la talla de El Juli, Joselito y Fundi. Los jóvenes que van allí a aprender la profesión pagan apenas 20 euros al mes, por lo que la institución sobrevive gracias al aporte del Ayuntamiento –que el año pasado fue de 61.200 euros– y los de la Comunidad y de la empresa que gestiona Las Ventas, que sumaron poco menos de 70.000 euros en 2014. Retirar la subvención del Ayuntamiento supone un golpe casi insuperable al presupuesto de la escuela.

El hijo de Paquirri, que ya se ha pronunciado antes en defensa de la profesión que para él es una tradición española y de familia, ha hablado también en nombre de los jóvenes que se están formando en la Marcial Lalanda: «Me da mucha pena porque las escuelas de tauromaquia enseñan valores importantísimos a los chavales –¡con la de cosas que hay para que un chaval tome el mal camino!– y hacen una labor fantástica a nivel social».