Estados Unidos

Esclavizado durante 17 años y azotado por el dueño de un restaurante

John Christopher Smith, de 39 años, sufre una discapacidad intelectual. Su agresor ha sido condenado a 10 años de prisión

John Christopher Smith
John Christopher SmithlarazonCentro de detención J. Reuben

Para los que creían que la esclavitud se había erradicado con la Proclamación de Emancipación del año 1863, promulgada por el presidente Abraham Lincoln en plena Guerra de Secesión, se equivocan. La policía federal ha detenido a Bobby Paul Edwards, el gerente de 54 años de una cafetería J&J de Carolina del sur, ha sido condenado a 10 años de prisión por "maltratar" a su empleado, John Christopher Smith, de 39.

Bobby Paul Edwards
Bobby Paul EdwardslarazonCentro de detención J. Reuben

Pero es que la palabra "maltrato" se queda corta y por eso está entre comillas. Smith comenzó a trabajar en la cafetería de Edwards como lavaplatos en 1996, con tan solo 12 años. Al principio el dinero llegaba, pero enseguida el gerente empezó a abusar de él cuando su hermano Ernest, dueño del local, le nombró. ""Podría llevarme bien con su esposa, su mamá, su papá, su primo, su hermano ... podría llevarme bien con todos ellos ... pero no podía llevarme bien con él", dijo Smith al canal de noticias ABC.15. Cuando Smith, por sus capacidades, trabajaba más lentamente, el abuso era mayor. Primero le obligó a vivir en una pequeña habitación detrás de la cafetería. Le obligaba a trabajar durante más de 100 horas a la semana sin pagarle nada.

Restaurante J&J en Conway
Restaurante J&J en ConwaylarazonCentro de detención J. Reuben

Un cliente habitual del restaurante decidió intervenir cuando observó una quemadura en el cuello de Smith. Los agentes sacaron a Smith del restaurante en octubre de 2014; el gerente le había esclavizado durante 17 años. Al ser detenid, Bobby Paul Edwards confesó que usó con él insultos raciales y lenguaje abusivo, que le había quemado el cuello con unas pinzas con grasa hirviendo de la freidora, y que le golpeaba regularmente con ollas, sartenes, un cinturón y con sus propios puños.

La Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP) ayudó a John Christopher Smith para buscar en la ciudad de Conway otros restaurantes donde trabajar. Edwards se declaró culpable y sentenciado a 10 años de cárcel. También tuvo que abonarle más de 300.000 euros por daños. “Hace mucho tiempo que quería salir de allí. Pero no tenía a nadie a quien acudir ”, dijo Smith en entrevistas a ABC.15. “No pude ir a ninguna parte. No podía ver a ninguno de mi familia, así que eso fue todo. Eso es lo básico que quería: que mi madre viniera a verme. No podía ver a mi madre ... y no podía hablar con nadie ", explicó.