Andalucía

Un año de infierno ultra

Susana Díaz hace un año en la comparecencia tras conocer el resultado de las elecciones autonómicas
Susana Díaz hace un año en la comparecencia tras conocer el resultado de las elecciones autonómicasManuel Olmedo

Confirmado el resultado de las elecciones autonómicas de la víspera, ni fue el sueño que no se atrevían a imaginar unos ni la pesadilla que jamás habían imaginado otros, los mejor humorados de entre los paisanos se levantaban el 3 de diciembre, hoy hace un año, regionalizando el estribillo de Sánchez Mazas: «En Andalucía empieza a amanecer», canturreaban al final de una noche de cuarenta años de socialismo y una madrugada en blanco por la incredulidad. La suma daba de sobras y se formó sin gran dificultad gobierno, aunque los apocalípticos de guardia lanzaban soflamas admonitorias contra quien osase abrir las puertas de las instituciones a la ultraderecha, ese monstruo del lago Ness del que aún hemos podido saber demasiado, aparte de los cuatro aspavientos caricaturescos que hace de vez en cuando para contentar a su parroquia. Siempre existe un vértigo ante lo desconocido cuando se abandona la cleptomanía algodonosa de un régimen para abrazar la alternancia, pero resultaron falsas las predicciones catastróficas: las cosas funcionan más o menos como antes, un poco mejor o un poco peor según a qué tertuliano de cuota escuche cada cual, y los tunantes que alberguen (alguno se cuela siempre) PP o Ciudadanos en sus filas todavía no han sido contaminados por el virus de la impunidad, que es lo que los termina convirtiendo en desfalcadores a calzón quitado. Por lo demás, no ha habido sacas de inmigrantes de madrugada ni confiscaciones del subsidio de desempleo a los jornaleros en paro ni apedreamiento público de mujeres ni es el toreo, siquiera el de salón, asignatura obligatoria en los colegios. Los vecinos de Sevilla, eso sí, cada vez sufrimos más el coñazo de las procesiones, pero eso es porque el alcalde es del PSOE. Ningún facha se atrevería a dar tanta barrilla con los santitos.