El Supremo confirma 40 años de cárcel para una mujer que prostituyó a sus tres hijos menores con un vecino

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cuarenta años de cárcel para una mujer que obligó a tres de sus hijos, menores de edad, a prostituirse en varias ocasiones con un mismo vecino de Las Cabezas de San Juan, quien a su vez también ve ratificada su pena de 36 años de prisión.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Sala Segunda de lo Penal rechaza íntegramente los recursos de casación de J. V. M. y A. M. C. y ratifica la sentencia dictada el 7 de marzo del 2019 por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla, que condenó a ambos por tres delitos continuados de agresión sexual en concurso con un delito continuado de prostitución de menores, la madre como cooperadora necesaria y el hombre como autor.

La mujer, además, sumó otra condena por dos delitos continuados de maltrato habitual sobre dos de sus hijos.

La Audiencia consideró probado que la madre "obligó" a sus tres hijos "con golpes o conminándoles con agredirles o no darles de comer" a que "mantuvieran encuentros de carácter sexual" con A. M. C. "a cambio de recibir de este una suma de dinero que previamente había concertado y que aquel entregaba" a cada víctima "cada vez que dichos encuentros se producían" para que a su vez se lo diesen a su progenitora.

El Supremo, en una sentencia fechada el 19 de mayo, destaca la verosimilitud del testimonio de las tres víctimas, cuyos relatos "presentan un enlace lógico (...) y además son expresados (...) con convencimiento, seguridad y firmeza".

También incide en que fue corroborada "la contraprestación económica que recibían por parte de A. M. C." y que su madre les pedía el dinero "inmediatamente cuando regresaban a su domicilio".

Los hijos también "refieren múltiples agresiones y amenazas por parte de su madre a lo largo de su convivencia con ella e igualmente inciden en la situación de abandono en la que se encontraban por parte de su progenitora", refleja la sentencia, facilitada por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El Supremo explica que "son testimonios coincidentes que convergen en hechos similares" que además fueron respaldados por los informes periciales, por lo que descarta que se haya vulnerado a la presunción de inocencia de los encausados, ya que los menores "narraron detalladamente la agresión a su indemnidad sexual".

Para la Sala Segunda, existe un concurso medial entre las agresiones sexuales y la prostitución porque "para el acusado, la prostitución de los menores era medio necesario para acceder a ellos sexualmente", mientras que "para la madre, las agresiones sexuales a sus hijos era medio necesario para conseguir como fin su explotación económica".

Los hechos ocurrieron entre el 2007 y el 2009 para la primera víctima, una niña que tenía 13 años; entre el 2013 y el 2014 para el segundo hijo, que tenía 14; y entre el 2012 y el 2014 respecto a la otra hija de la encausada, de 9 años cuando empezaron a ocurrir.

La Audiencia también condenó a los acusados a abonar solidariamente un total de 140.000 euros en concepto de indemnización, 20.000 a una de las víctimas y 60.000 a cada una de las otras dos.