Tribuna
“Sin palabras”
“Aprenderemos a ser alegres sin jactancias, comprensivos con los que tienden la mano pudorosa, recomenzaremos cada día regalado”
En estos terribles momentos de pandemia, enfermedad y dolor mundial, me faltan las palabras para expresar los sentimientos encontrados. Sí, eso es, la angustia, el sufrimiento de mis seres queridos, el miedo real que se palpa, los silencios de la calle y la respuesta de tantos médicos y sanitarios, policías y voluntarios que luchan denodadamente para salvar vidas, exponiendo las suyas diariamente.
Ninguno de nosotros hemos pedido nacer ahora, ni tan siquiera elegimos el lugar o los progenitores, nos han venido dados, lo que sí debemos decidir es “cómo vivir”, en plenitud, agradecimiento por lo que recibimos cada día; en sonreír aunque nos pueda el cansancio, atendiendo a nuestras familias y a todos los necesitados de cariño, con hambre de compañía y pobreza real: en suma dar amor sin esperar aplausos y prebendas.
Este virus ha servido para enclaustrarnos en casa, sí, pero nos une más a todos, rezamos en familia, practicamos la escuela virtual con hijos, nietos y amigos, creando nuevos valores que reverdecen con el dolor común.
La pandemia, nos ha enseñado a mirar nuestra vida como prestada y ha sacado del fondo del saco que llevábamos a la espalda como un fardo, convirtiendo en un plis las virtudes escondidas; la fe, esperanza y caridad, algo empolvadas con el stress diario.
Finalmente descubrimos que podemos elegir cómo vivir, perdonando, saboreando un atardecer, un paisaje blanco y majestuoso o las estrellas desde el balcón.
Aprenderemos a ser alegres sin jactancias, comprensivos con los que tienden la mano pudorosa, recomenzaremos cada día regalado, haciendo el bien que elegimos libremente por Amor.
Sin palabras, tomo prestadas las del gran poeta místico San Juan de la Cruz, que rezan “no temas que al atardecer del día, nos examinarán de Amor”.
Rosa Ciriquián Costi es presidenta Pro-Vida Asdevi Sevilla
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