Decae el estado de alarma

Andalucía estrena su desescalada con la mirada en el turismo

Sin toque de queda ni restricciones a la movilidad, la comunidad marca su propia senda recuperando espacios conforme avance la vacunación

La hostelería es uno de los sectores que más se beneficiará de las nuevas medidas tras el estado de alarma
La hostelería es uno de los sectores que más se beneficiará de las nuevas medidas tras el estado de alarmaKiko HurtadoLa Razón

Andalucía encara hoy su primer día sin estado de alarma con una senda propia que favorecerá la actividad económica y el despegue del turismo, aunque con reticencias por parte del Gobierno andaluz por la inexistencia de un marco legal a nivel nacional que ampare posibles restricciones en el que caso de que la pandemia se recrudezca. De hecho, el Ejecutivo de PP y Ciudadanos ha venido reclamando al Gobierno de Pedro Sánchez una regulación básica en materia sanitaria que «permita a las comunidades tener instrumentos legales para tomar decisiones importantes». Sin esta herramienta, es entonces el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) el que, previa denuncia de impugnación sobre alguna medida concreta, el que decidirá sobre la aplicación de las restricciones y el Tribunal Supremo tendrá la última palabra. Ahora, sin estado de alarma, queda anulado el toque de queda –estaba fijado a las 23:00 horas–, se abre la comunidad autónoma a la movilidad y no hay límites para las reuniones en casa. ¿Cuál es el camino que ha trazado la Junta? A la luz de la buena evolución de la pandemia y de la reducción de la tasa de incidencia y los ingresos hospitalarios por la covid, se pone en marcha una «desescalada progresiva», en palabras del presidente de la Junta, Juanma Moreno, que terminará, si no se tuercen los planes, en una situación de relativa normalidad a finales de junio.

Desde hoy, y hasta el 31 de mayo, la hostelería puede permanecer abierta hasta las 0:00 horas –con mesas de hasta 8 comensales en el interior y de 10 en el exterior– y se reabre el ocio nocturno, que llevaba más de un año clausurado a cal y canto, hasta las 2:00 horas, con zonas de baile en el exterior en los municipios con nivel 1 de alerta. Los cines, teatros, plazas de toros y demás espectáculos públicos siguen manteniendo restricciones, fundamentalmente separación entre los espectadores, dependiendo del nivel de alerta. Las playas y piscinas no tienen limitación horaria y se establece una separación de un metro y medio entre los grupos, un escenario parecido al del verano del año pasado.

En cuanto a los cierres perimetrales, se establecerán en los municipios de más de 5.000 habitantes cuya tasa de incidencia supere los 1.000 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Estas poblaciones quedarían cerradas y se clausuraría toda actividad no esencial. En los municipios de menos de 5.000 habitantes se estudiaría caso a caso. Todo ello con el visto bueno judicial, puesto que ahora la Junta no tiene competencias para fijar estas limitaciones.

Estas medidas se irán relajando el próximo mes hasta llegar al 21 de junio, cuando los hábitos podrán ir recuperando cierta normalidad con un 70 por ciento de la población con una dosis de la vacuna y el 40 con la pauta completa, según las previsiones de la Junta y siempre que no haya un parón en el envío de dosis. Una de las consecuencias más inmediatas de este escenario es la reactivación del turismo, que permanecía en un estado de hibernación por las restricciones en los desplazamientos. Al abrirse la movilidad en toda España se activará el turismo nacional, en una primera fase, a la espera de la ansiada llegada de turistas internacionales. Las previsiones de la Junta son optimistas. De hecho, se espera la llegada de entre 8 y 10 millones de visitantes en julio y agosto, un 40 por ciento más que el año pasado.

Tal y como aseguró recientemente el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, las reservas están aumentando y cada vez más hoteles están reabriendo, sobre todo en la Costa del Sol. El Reino Unido abrirá sus fronteras el 17 de mayo y la demanda de los países nórdicos está en aumento, todo ello sumado a que los aeropuertos, fundamentalmente de Málaga y Sevilla, están estableciendo cada vez más conexiones. El sector recupera el pulso y Andalucía vuelve a respirar.