Tribuna

Smart cities, motor de la transformación en Andalucía

En los próximos años, con dos grandes proyectos enfocados en la sostenibilidad en Sevilla y Málaga, la región tendrá mucho que decir en el impulso de las ciudades inteligentes

Vista aérea del Parque Científico y Tecnológico de la Cartuja
Vista aérea del Parque Científico y Tecnológico de la CartujaPCT CARTUJAPCT CARTUJA

Andalucía cuenta en la actualidad con dos proyectos innovadores en el ámbito de las smart cities enel Parque Tecnológico de la Cartuja de Sevilla y en el Málaga TechPark, antiguo Parque Tecnológico de Andalucía. Estos proyectos tienen como objetivos principales garantizar la sostenibilidad e implementar un modelo de economía circular muy alineados con los objetivos climáticos y energéticos establecidos por Naciones Unidas para 2050. Con estos proyectos Andalucía estaría anticipándose y adquiriendo importantes capacidades y conocimientos en torno a un modelo que va a transformar las ciudades en los próximos años.

Para el Parque Tecnológico de la Cartuja supone seguir avanzando en la modernización y creación de atractivo para empresas que necesiten estar ubicadas en una ciudad con gran capacidad de conexión y en un espacio muy próximo al núcleo urbano. La revitalización de ese espacio con la inauguración de las oficinas y centro comercial de Torre Sevilla está atrayendo cada vez a más inversores y transformando el ecosistema empresarial de la ciudad.

Málaga TechPark, por su parte, se ha consolidado como parque tecnológico de referencia y ha supuesto un reto desde el punto de vista de la movilidad, dado que más de 20.000 personas trabajan en las diferentes compañías alojadas en él. Hay en marcha diferentes iniciativas que van a permitir al parque consolidar su proyección internacional, ya que en los últimos años ha experimentado un crecimiento muy importante. Ambas iniciativas van a permitir posicionar a Andalucía en el mapa de las smart cities, lo que no las exime de riesgos y retos a superar. Las trabas burocráticas, la dinamización y redefinición de la movilidad y sus infraestructuras son solo algunas de ellas.

Para la Cartuja, la reciente aprobación de la Ley del Suelo desatasca el proyecto de proveer al parque con un suministro eléctrico 100% renovable para 2025. La necesidad de encontrar un espacio donde ubicar un centro fotovoltaico ha paralizado durante dos años ese ambicioso objetivo. Será necesario ahora darle un impulso y ver si el objetivo es aún alcanzable o se retrasará algún tiempo. En el caso de Málaga TechPark, está persiguiendo un objetivo similar para 2027, junto con el de disponer de una certificación energética óptima en las edificaciones que conforman el parque. En este caso, todo parece apuntar a que el proyecto va viento en popa y que logrará cumplir sus objetivos en plazo. El resultado en ambos casos será el mismo: espacios de desarrollo empresarial sostenibles y autosuficientes, que contribuyan a minimizar el impacto medioambiental de las organizaciones.

El reto de la movilidad

Se ha trabajado notablemente para que sus conexiones de carretera y servicios públicos de transporte mejoren. Aunque con la Covid-19 las políticas de teletrabajo de las empresas asentadas en estos parques han contribuido a mejorar la congestión, es necesario contar con una estrategia de crecimiento sostenible alineada con la movilidad que dé respuesta a las necesidades de las empresas. La intermodalidad está siendo la estrategia principal, pero se han concretado acciones particulares en función de las características de cada parque. En el caso de Sevilla, la implantación del carril bici, la reordenación del tráfico, la habilitación de espacios para aparcamiento y el refuerzo del servicio público han permitido crear una dinámica más fluida.

En Málaga TechPark queda más recorrido por hacer, pero hay una apuesta clara, tanto desde el parque como desde las instituciones públicas, para dar respuesta a los problemas de congestión del tráfico. Un ejemplo es la reciente puesta en marcha de carriles BUS-VAO que, junto con la remodelación de los accesos que se llevaron a cabo antes de la pandemia, cabe esperar que contribuyan a mejorar la fluidez del movimiento de personas en torno al parque.

Más allá de las innovaciones tecnológicas que puedan rodear a las smart cities, otro de los ejes principales es la atracción y retención del talento. Si bien es cierto que los proyectos de innovación tecnológica han consolidado un talento en Andalucía, no es menos cierto que las smart cities han creado espacios más interesantes para todos los agentes sociales. En este sentido, grandes compañías se han interesado por ubicar sedes en los mencionados parques motivadas principalmente por el atractivo para la captación y retención del talento. En resumen, dos proyectos muy necesarios para consolidar Andalucía como espacio innovador y motor de transformación no sólo de las empresas locales sino de cualquier lugar del mundo.

*Raúl Casado y Manuel Márquez son gerente y socio responsable de Consultoría del Sector Público de EY