Entrevista

“Las historias de amor de los políticos, más que pasiones creadores, son historias interesadas”

En «Lo que la primavera hace con los cerezos» la periodista Marta Robles analiza cómo las grandes pasiones han sido determinantes en la creación de los grandes artistas

Entrevista con la periodista y escritora Marta Robles que presenta su nuevo libro “Lo que la primavera hace con los cerezos” sobre las relaciones de amor y desamor de los creadores.
Entrevista con la periodista y escritora Marta Robles que presenta su nuevo libro “Lo que la primavera hace con los cerezos” sobre las relaciones de amor y desamor de los creadores.Alberto R. RoldánLa Razón

Dicen que el amor es el motor que mueve el mundo. Y el arte, y la literatura y el cine. En definitiva, las grandes creaciones de la historia. Pero si el amor inspira, no digamos el sufrimiento por su pérdida. Así lo demuestra la periodista Marta Robles en «Lo que la primavera hace con los cerezos» (Espasa), un ensayo en el que analiza cómo las pasiones han sido determinantes en la creación de los grandes artistas a lo largo de la historia.

Arranca el libro con la historia de un donjuán sevillano del siglo XXI que deja a su querida en el hotel Alfonso XIII para irse a ver los toros con otra mujer. ¿No se molestarán los sevillanos ante tanto tópico?

No sé si les enfadará, pero la historia le va mucho a Sevilla. Además, le tengo mucho cariño al hotel Alfonso XIII, buena parte de mis libros siempre pasan por él. En «A menos de cinco centímetros» se produce un asesinato en una de las habitaciones. Me gustaba comenzar el libro en Sevilla porque el donjuán le pega mucho. Precisamente Alfonso XIII era un tipo con un donjuanismo importante. Como decía Valle Inclán: «Majestad, no le echan por ligón, le echan por ladrón».

Gil de Biedma, Neruda, Picasso... dice que no fueron buenas personas, pero ¿es posible separar al autor de la obra?

Cuando un artista es un malvado que lo metan en la cárcel y, a ser posible, propongo que le quiten los derechos sobre su obra. Pero que no se castigue a la humanidad haciendo que se quede sin ella. Creo que hay que mirar las obras de todos los artistas con mucho detenimiento cuenten lo que cuenten, sea bueno, malo o regular, porque ya decía André Guide que con buenas intenciones y buenos sentimientos no se hace buena literatura.

Habla mucho en su libro de sexualidades diversas, también del poliamor. Todas las modalidades de pareja están inventadas, sin embargo, algunas todavía cuestan...

Tienes razón, está todo inventado, las relaciones abiertas de cualquier tipo y hasta lo «queer», que ya hablaba de ello de algún modo la propia Safo. Lo que pasa es que el mundo ha pasado por diferentes fases y en cuanto llega un pensamiento totalitario toda la comprensión desaparece.

En el capítulo dedicado a los artistas atormentados uno de los más sorprendentes es Salgari...

Lo más terrible de Salgari es que su vida fue una mentira permanente. Ni fue capitán, ni surcó los mares, ni tuvo esa vida exótica que parecían reflejar sus aventuras. Por eso, quizá su obra tiene incluso más valor. A eso hay que sumar lo mal que se portaron los editores con él, ese fue el detonante de que se quedara en la más absoluta de las miserias y de que no pudiera pagar a su mujer una mejor clínica cuando la meten en el manicomio. También sus hijos acaban suicidándose o enfermos. Así que Salgari acaba quitándose la vida.

Afirma que la mujer fatal es aquella que se ha liberado de los yugos de su tiempo. ¿Crees que las españolas lo estamos consiguiendo? ¿quién es para ti ejemplo de femme fatal actual?

Yo soy el ejemplo perfecto (risas). Es muy gracioso que a lo largo de la historia los donjuanes, aunque ahora son personajes denostados, siempre han estado muy bien vistos. Incluso ahora, después del «Me too». Me indigna especialmente el caso de Lou Andreas-Salomé, que ha pasado a la historia como la coleccionista de genios y tiene una obra propia fascinante y nada reconocida.

¿Hay en la política de nuestro tiempo alguna historia de amor que merezca ser contada?

A mí es que los políticos me interesan poco. Sus historias de amor, más que pasiones creadoras, me parecen historias de amor interesadas. No soy nada fan de Irene Montero, pero hay muchas más personas que han llegado a la política a través de sus parejas: Ana Botella, Carmen Romero, también el marido de Nadia Calviño.

¿Cree que el dolor o el amor no correspondido inspira más que la felicidad?

Estoy más con Voltaire. Creo que es más importante en la creación el amor porque ataca al mismo tiempo a la cabeza, al corazón y al cuerpo.

¿El amor a los hijos puede llegar a ser más inspirador incluso que el amor a una pareja?

Sin ninguna duda, el amor a los hijos y más aún su pérdida. «Mortal y Rosa», de Umbral, me parece extraordinario.