Entrevista
Pedro Echevarría: «Un buen director de hotel debe ser mediador entre residentes, inversores y viajeros»
El gestor, que ahora lidera un proyecto nuevo en Montenegro, apuesta por un turismo «no invasivo» que sea «rentable y responsable»
Con más de dos décadas de trayectoria en la gestión hotelera de lujo, Pedro Echevarría ha construido una carrera internacional con marca propia, motivo por el que se ha hecho con el Premio especial Les Roches al mejor director de hotel 2025. Un galardón que entregó el pasado tres de julio en el Hotel NH Málaga Mano Soler, director del campus de Marbella de Les Roches -donde estudió Echevarría- y que recogió, ante la ausencia del premiado, Estefanía Gómez, directora de Alojamiento de Only YOU Málaga.
Desde Dubái hasta San Sebastián, pasando por Londres, Abu Dabi, Barcelona y Málaga, su experiencia abarca cadenas de primer nivel como Marriott, Sofitel y Jumeirah. Tras haber liderado la gestión del Hotel Only YOU Málaga, Echevarría inicia ahora un nuevo reto profesional como director del SIRO Boka Place by Kerzner International en Montenegro, un proyecto que comienza de cero para convertirse en un referente en el sector.
Preguntado por cómo ha cambiado su forma de trabajar en todo este tiempo, Echevarría adelanta que lo fundamental ha sido «saber escuchar a los clientes y compañeros, siendo capaz de aprender de cada situación» para explicar a continuación que, aunque al principio «crees que liderar es tener todas las respuestas», con la experiencia entendió que «consiste en hacerse las preguntas correctas y rodearse de talento que ayude a ejecutar todos los proyectos».
En este contexto, el director señala que los principios que han guiado su gestión durante este tiempo han sido «la cercanía con el equipo, la coherencia en la toma de decisiones y una orientación radical al detalle, sin perder la visión del negocio a largo plazo». A estos, dice, hay que sumar otros menos visibles como «un compromiso personalizado, constancia, pasión, disciplina ejemplar y paciencia».
Al reflexionar sobre qué es lo que le da renombre a un director de hotel, subraya que «el equilibrio entre rentabilidad, reputación y el equipo es la llave del éxito, no solo como director, sino en cualquier empresa». Sin uno de esos tres pilares, insiste, «no hay éxito sostenible». En esa línea, sobre el perfil que debe tener un buen gestor, apunta que «debe destacar por su capacidad de adaptación, inteligencia emocional y visión estratégica». A ello añade una cualidad que considera innegociable, «la humildad», además de tener la voluntad de «actuar no solo como gestor, sino como mediador responsable entre comunidad local, inversores y viajeros».
Salto estratégico: de Málaga a Montenegro
Ahora, su paso de Málaga a Montenegro responde «a la oportunidad de construir desde cero en un entorno único –Tivat– una marca nueva tan atractiva y disruptiva como SIRO, donde nos centramos en un lujo desenfadado, activo y de lifestyle». En cuanto al nuevo destino, reconoce que guarda «bastantes similitudes con Málaga», aunque advierte de que «las reglas del juego son distintas y eso exige adaptación». El entorno natural, por ejemplo, también influye en la forma de gestionar, ya que «el hotel se encuentra en un pueblo con una riqueza natural espectacular y alejado de la urbe», la otra gran diferencia con la ciudad andaluza.
En este punto, Echevarría asegura que afrontará estos cambios «escuchando primero» porque «cada país tiene su ritmo, sus códigos y sus prioridades». Para el director hotelero, no se puede «importar un modelo tal cual, pero sí valores universales como el respeto, la transparencia y la exigencia». Y aunque ajusta su marca personal a cada mercado, afirma que mantendrá su «sello» profesional «disfrutando con lo que hacemos, con pasión, anticipación, personalización y, por supuesto, constancia». Respecto a las claves para conseguir ese equilibrio entre exclusividad y rentabilidad que todos buscan, considera que «si se entiende el lujo como experiencia de valor y no solo como un coste, se puede crear un modelo que sea rentable y sostenible».
Por otro lado, en relación a los posibles conflictos que pueden surgir entre el turismo y los residentes en zonas que aún no están masificadas como Budva o Kotor, el director asegura que «la clave está en crear valor compartido y favorecer un turismo no invasivo». Para lograrlo, explica que hay que llevar a cabo un trabajo de «escucha activa, integración y regulación». «En España y Málaga hemos vivido tensiones similares y el error es ignorarlas», sentencia.
Respecto a la búsqueda de talento, atraerlo y retenerlo, especialmente en mercados que están adquiriendo mayor relevancia, requiere para Echevarría acciones que pasan por «la formación continua, la promoción interna real y un clima laboral que permita crecer sin miedo».
Por último, sobre el impacto que le gustaría dejar en el destino que ahora lidera, señala que aspira a «un modelo de gestión hotelera alineado con el entorno, el talento local y la sostenibilidad real». Un aspecto que, según recuerda, será posible gracias a su experiencia «durante los más de veinte años que llevo en la industria, dentro y fuera de España», lo que, concluye, le ha enseñado «a trabajar con diferentes culturas, nacionalidades y a hacer del servicio algo emocionalmente potente y pasional».