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Curioso nombre

Esta Semana Santa saborea la pasión por Torrijas y su entorno, enclavado en la sierra de Javalambre

Un pueblo nacido en el Reino de Aragón que en la actualidad es un remanso de paz y tranquilidad

Torrijas, en Teruel Creative Commons Google-Flickr

En el epicentro de la provincia de Teruel, muy próximo a la majestuosa sierra de Javalambre, existe un municipio de tan solo 36 habitantes censados repleto de autenticidad, familiaridad y cercanía. Una esencia que, desde luego, es mucho más profunda que los ingredientes de los que se compone el postre típico por excelencia de la Semana Santa de mismo nombre en plural. Se trata de Torrijas, y más que azúcar y canela ofrece un remanso de paz a sus visitantes que vienen, muchas veces, de la gran ciudad.

Emplazado en un rincón perdido entre paisajes de pinos y caminos naturales que recorren la citada sierra, Torrijas emerge como inmejorable exponente de lo más puro y rural que existe, todavía, en tierras turolenses. Sus antiguas casas y encantadoras callejuelas, testigos silenciosos del paso del tiempo, se arremolinan alrededor de la iglesia de estilo barroco de San Cosme y San Damián, cuyo retablo destaca por la belleza que intacta conserva.

Pueblo con mucha historia

No es lo único de lo que Torrijas puede sentirse orgulloso. Porque aunque sea pequeño, sus calles esconden más monumentos de interés turístico como por ejemplo su ayuntamiento, del que destacan sus singulares calabozos bajo los porches. Y es que la historia del municipio en la comunidad aragonesa es dilatada: nació y creció durante el Reino de Aragón y aunque hoy su estilo de vida es más bien pausado, el municipio conserva cierta conexión con la que durante mucho tiempo ha sido su actividad principal, la agricultura y la ganadería.

Curiosamente sobre las torrijas que en este pueblo de mismo nombre elaboren nadie habla, pero sí que muchos visitantes han hecho mención en redes sociales a los aromas que también conforman la consolidada identidad del lugar, gracias al pan recién horneado en su única panadería o al cordero a la brasa que sus vecinos tan prodigiosamente saber cocinar.

Todo lo que ofrece su entorno

Curioso nombre y nutrida historia a parte, Torrijas ofrece también a sus visitantes un entorno natural excepcional. Su proximidad a Javalambre abre una generosa gama de opciones: ir con la bici por sus montañas o hacer senderismo a pie son solo algunas. Por otro lado, Torrijas es un buen emplazamiento para quien sea amante del esquí, pues la inmejorable estación de esquí de Aramón Javalambre también está muy cerca.

Desde Madrid, el viaje en coche a Torrijas es de 4 horas y 12 minutos, pues hay que recorrer una distancia de 372 kilómetros. Eso sí, el trayecto es fácil y muy seguro porque en todo momento se va por autopista o autovía hasta que, solo 6 kilómetros antes de llegar al destino, sí que hay que incorporarse a varias carreteras comarcales.

Sin embargo, desde Zaragoza el pueblo mencionado está muchísimo más cerca. Y es que de la capital aragonesa a Torrijas se tarda de media 2 horas y 20 minutos, aproximadamente, dado que hay que recorrer tan solo 240 kilómetros de autovías como la A-23 o la A-1514.