Salud

Andy Schmeltz: “España tiene un entorno para desarrollar investigación”

Hemos aportado el primer mecanismo contra el más común de los tumores de mama: el hormosensible positivo HER-2

Presidente global de Pfizer Oncology | Miquel González/ Shooting
Presidente global de Pfizer Oncology | Miquel González/ Shootinglarazon

Hemos aportado el primer mecanismo contra el más común de los tumores de mama: el hormosensible positivo HER-2

-En Pfizer, el área de Oncología ha cobrado protagonismo en los últimos años. ¿Cuál es el “pipeline” del laboratorio actualmente?

-La compañía tiene actualmente un porfolio muy interesante, muy fuerte en torno a terapias contra el cáncer. En los últimos diez años hemos evolucionado mucho, hemos pasado de tener dos fármacos a desarrollar una cartera actual de 22 terapias en diferentes áreas, fruto de un trabajo en investigación muy potente. Podemos destacar algunos, contra el tumor de riñón, tenemos tres medicamentos: sunitinib, avelumab y axitinib. Estamos orgullosos de su desarrollo y de cómo ha llegado la optimización de los mismos en combinación con un inhibidor de “checkpoint”. En concreto, avelumab con axitinib, y cómo sus resultados han recibido la opinión positiva del Comité de la Agencia Europa del Medicamento justo la semana pasada. También contamos con terapias desde 2012 en el cáncer de pulmón, en el que podemos destacar una muy específica para los tumores que se definen por la traslocación de ALK. En este tipo de neoplasia seguimos investigando para encontrar nuevas soluciones, como lorlatinib que, en Europa, ha sido recientemente aprobada. Pero, probablemente, donde nos sintamos más orgullosos sea en mama, donde hemos aportado el primer mecanismo para tratar mujeres con el más común de los tumores: el hormonosensible positivo HER2-, que afecta a un 60% de las pacientes, a través de palbociclib. Esta terapia ha transformado el abordaje de este grupo de mujeres y vamos a seguir trabajando en la molécula para buscar su utilidad en estadios más precoces. Porque hasta ahora está destinado a etapas avanzadas, por lo que en 2020 vamos a empezar con varios ensayos en esta línea, con el fin de anticiparnos al momento en el que la neoplasia empieza a dar metástasis.

-Hay otros laboratorios que trabajan en líneas de investigación que tienen que ver con terapias celulares y genéticas. ¿Trabajan en su compañía en proyectos similares?

-En Oncología resulta muy interesante toda la investigación que se está desarrollando a su alrededor. En Pfizer, estamos muy orgullosos de trabajar en terapias dirigidas, como palbociclib o lorlatinib. El futuro en cáncer pasa por encontrar las combinaciones precisas que potencien la eficacia de los tratamientos, pues las características del tumor hacen complicado su abordaje sólo desde un punto de vista y se necesita más de una fórmula para luchar contra él. Un porfolio que permita esto, la unión de varias moléculas y el diseño de nuevos regímenes de administración, resulta clave. Así como el empleo de la inmunoterapia con otras ya existentes.

-Lo cierto es que en los nuevos estudios que se presentan en ESMO una de las fórmulas de éxito es la combinación de inmunoterapia y quimioterapia, a pesar de que muchos piensen que ésta es un fármaco del pasado. ¿Cierto?

-Nosotros trabajamos en esta línea con nuestro “partner” Merck porque ofrece una nueva oportunidad de tratamiento. Solos no se puede actuar contra el cáncer. Juntos, podemos cambiar el pronóstico de un tumor, pero no siempre es posible porque, de momento, estamos ante una enfermedad no curable. La combinación de la inmunoterapia y la quimioterapia es habitual hoy. Históricamente se asocia a la segunda una alta toxicidad y no siempre ayuda a frenar la progresión de la enfermedad porque los pacientes recaen. Las nuevas terapias están dirigidas a un punto en concreto del tumor, se asume que son eficaces y con menos efectos secundarios. Lo cierto es que la inmunoterapia no termina de funcionar en todos los pacientes con los mismos buenos resultados, pero sí si une fuerzas con la quimioterapia.

-¿En qué centra sus esfuerzos el laboratorio estadounidense?

-En el desarrollo de abordajes innovadores que puedan transformar lo que se denomina el estándar “of care”, que son las líneas ya definidas de tratamiento. Queremos desarrollar terapias que aporten valor y que incrementen los beneficios actuales, como ocurre con Ibrance, que dobla la supervivencia de las mujeres con cáncer de mama.

-Desde la FDA y EMA (agencias reguladoras del medicamento de EE UU y Europa, respectivamente) han diseñado aprobaciones tipo “fast track” para acelerar los procesos y que los fármacos lleguen antes a los pacientes. ¿Cómo han de ser las características de los ensayos y las moléculas para gozar de estos privilegios?

-Ambas agencias exigen eficacia y seguridad, pero desde un punto de vista regulatorio. Resulta muy positivo contar con esto, pero no se trata de conseguir la aprobación, sino de que el acceso sea más rápido de cara a los pacientes. Por ello, hay que diferenciar entre acceso y aprobación, porque eso difiere entre países debido a los diferentes sistemas sanitarios y la regulación interna.

-Con el fin de acelerar procesos, ¿los ensayos clínicos deben diseñarse de otro forma para demostrar los resultados con más agilidad?

-Aquí resulta importante trabajar con las agencias reguladoras, podemos demostrar los beneficios de una molécula. Hay que tener en cuenta el grado de innovación que incluimos y el trabajo de investigación que hay detrás. Nosotros no buscamos una aprobación para poner un fármaco en el mercado, sino en las manos de los pacientes que lo necesiten.

-¿Qué lugar ocupa España en el mapa global de Pfizer?

-Supone uno de los países más importantes. Hay un elevado nivel de investigación, tanto a nivel de centros como de profesionales. Resulta muy atractivo poder llevar a cabo ensayos clínicos porque el entorno es muy favorable.

-Dado que en una década han incrementado notablemente el número de indicaciones y fármacos. ¿Qué esperan en los próximos años?

-Queremos que se nos identifique más allá de la empresa de Viagra. Ahora podemos ofrecer interesantes soluciones en el campo la Oncología, y esperamos conseguir nuevas indicaciones novedosas para seguir reduciendo el impacto del cáncer en los pacientes.