Alimentación
Colesterol, ¿por qué es un factor de riesgo?
Si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras por debajo de 200. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante puede depositarse en la pared de la arteria.
«Se recomienda mantener los niveles totales de colesterol por debajo de 200 mg/dl porque quienes presentan niveles elevados de esta sustancia aumentan claramente sus posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular», afirma el doctor Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC).
La hipercolesterolemia no se nota a simple vista, así que su diagnóstico sólo se puede detectar con una prueba específica que determine los niveles de colesterol y también de los triglicéridos.
¿Cuáles son los niveles normales de colesterol y triglicéridos?
Colesterol total
► Normal: por debajo de 200 mg/dl
► Normal-alto: por encima 200 mg/dl.
Colesterol LDL
► Normal: por debajo de 100 mg/dl
► Alto: por encima de 100 mg/dl
NOTA: Esta recomendación no significa que la cifra normal de LDL deba rondar los 100 mg/dl. En algunos casos, el nivel deseable de LDL puede ser incluso menor de 70 mg/dl.
Colesterol HDL
► Normal: superior a 35 mg/dl en el hombre y 40 mg/dl en la mujer
La hipercolesterolemia se puede intentar prevenir siguiendo algunas recomendaciones:
► Con una alimentación equilibrada y sin grasas saturadas. La dieta mediterrá puede resultar idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas. También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas.
► Haciendo un programa de ejercicio aeróbico (caminar, carrera suave, ciclismo, natación...), a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima) y desarrollado de manera regular (tres a cinco sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos.
Cada vez son más los casos entre niños o jóvenes que debido a una incorrecta dieta y al sedentarismo se convierten en serios candidatos a padecer hipercolesterolemia en el futuro. En líneas generales, éstas deben ser las cifras de colesterol para niños y adolescentes:
► Normal: menos de 170 mg/dl
► Normal-alto: entre 170 y 199 mg/dl
► Alto: por encima de 200 mg/dl
Colesterol y Diabetes. La diabetes (tipo I y tipo II) puede aumentar las cifras de colesterol. De hecho, los niveles de colesterol deseables en los diabéticos son más bajos que en la población general.
Colesterol y Obesidad. Los pacientes obesos suelen tener hipertrigliceridemia y un nivel bajo de HDL (colesterol bueno). Bajar de peso puede producir un aumento de los niveles de HDL, una reducción de los niveles de triglicéridos, mejor tolerancia a la glucosa, disminución de los niveles de insulina y ácido úrico, y descenso de la tensión arterial.
Colesterol y Sedentarismo. El ejercicio es una de las recomendaciones generales para la reducción prevención de la hipercolesterolemia. Entre las consecuencias positivas del ejercicio físico sobre el organismo destaca la mejora de la capacidad pulmonar, del sistema cardiovascular y de los niveles de colesterol y de tensión arterial.
Colesterol y Alcohol. El consumo excesivo de alcohol puede llevar a hipertrigliceridemia.
http://www.fundaciondelcorazon.com/prevencion/riesgo-cardiovascular/colesterol.html
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