Investigación científica
Desarrollan un nuevo compuesto para reducir el crecimiento tumoral
Atrae una molécula cancerígena clave llamada Gas6 y la elimina del proceso
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos, han desarrollado un receptor --con una forma de semicírculo como el de un guante de béisbol-- que atrae una molécula cancerígena clave llamada Gas6 y la elimina del proceso, ralentizando la progresión del cáncer pancreático y ovárico en ratones, como se informa en un artículo publicado este lunes en ‘The Journal of Clinical Investigation’ que recoge Europa Press.
Cuando se empleó sólo o en combinación con quimioterapia en ratones, su «receptor señuelo», llamado MYD1-72, mostró una mayor capacidad para reducir o detener el crecimiento del cáncer que otros tratamientos y dilucidó un mecanismo previamente desconocido en el cuerpo. En los ratones, cuando los investigadores impidieron que Gas6 se uniera a su receptor nativo, Axl, las células cancerosas comenzaron a liberar moléculas dañinas para el ADN, causando la muerte de las células, lo que sugiere un método potencial para mejorar los enfoques terapéuticos actuales.
«Incluso, pudimos conseguir que algunos animales se curaran, incluso los que comenzaron con enfermedad metastásica extendida y agresiva», resalta el autor principal del estudio, Amato Giaccia, profesor de Radioterapia en Stanford. Los investigadores querían probar su molécula en modelos animales de cáncer ovárico y pancreático, que son difíciles de detectar en etapas tempranas.
Las opciones actuales de tratamiento para pacientes con cáncer de ovario y páncreas son limitadas y, por lo general, requieren una combinación de cirugía, radiación y quimioterapia, además de que pueden tener efectos secundarios tóxicos y raramente llevan a una cura completa. Así que los investigadores han recurrido cada vez más a otros medicamentos, como los antibióticos o pequeños compuestos llamados inhibidores de la tirosina quinasa, para usarlos con ellos.
Pero esos fármacos también tienen inconvenientes: son tóxicos, por lo que no pueden administrarse en grandes cantidades, y son incapaces de vencer la fuerte atracción entre Gas6 y Axl. A pesar de que, a veces, pueden detener el crecimiento del tumor, rara vez conducen a la erradicación completa del cáncer. «Muchos tratamientos son muy tóxicos porque no están dirigidos específicamente a las células cancerosas y ejercen una enorme carga sobre el hígado y el riñón», afirma Rebecca Miao, investigadora de Stanford que comparte la autoría principal del estudio. «En los ratones, nuestro receptor señuelo parece no sólo ser muy eficaz, sino también seguro», subraya. Giaccia añade: «Básicamente hemos dado con un guante mejor, con una capacidad mucho más fuerte para coger la pelota de béisbol, que en este caso es Gas6».
Gas6 es una molécula que une y activa Axl, un receptor de la superficie celular que desempeña un papel clave en la supervivencia, el crecimiento y la migración celular. En muchas formas de cáncer, Axl está sobre-expresado y se une a Gas6 de manera muy fuerte, lo que hace difícil el desarrollo de la terapéutica que se dirija a este complejo.
Sin embargo, Giaccia y su equipo desarrollaron un receptor de señuelo que se une a Gas6 alrededor de 350 veces mejor que Axl. Cuando se lo dieron a los ratones, el señuelo sacó las moléculas Gas6 del sistema y las bloqueó para que no activaran Axl, suprimiendo el crecimiento celular y la migración y deteniendo la progresión del cáncer.
Los investigadores probaron su nuevo receptor señuelo en el cáncer pancreático y ovárico en ratones, mostrando su eficacia tanto solo como en combinación con un agente dañino para el ADN llamado doxorrubicina que se utiliza comúnmente para el tratamiento. Encontraron que solo, MYD1-72 redujo la carga tumoral en un 95 por ciento y con doxorrubicina, la mayoría de los ratones terminaron con una reducción casi completa del tumor. En ratones con formas más agresivas de cáncer de ovario, MYD1-72 disminuyó el peso del tumor en un 51 por ciento, mientras que la doxorrubicina disminuyó el peso del tumor en un 91 por ciento. Cuando se usan juntos, los investigadores midieron una reducción del 99 por ciento del peso del tumor.
En el cáncer de páncreas, también detectaron que MYD1-72 en combinación con un agente que daña el ADN llamado gemcitabina mostró una mayor reducción tumoral. MYD1-72 administrado sólo no tuvo ningún impacto en la carga tumoral de los ratones, pero los roedores tratados con MYD1-72 y gemcitabina tuvieron una tasa de supervivencia tres veces mayor que los animales que no recibieron ningún tratamiento.
Estos resultados sugieren que una terapia de combinación de su receptor señuelo y agentes dañinos para el ADN podría llevar a niveles significativamente más bajos de carga tumoral. «Estamos trabajando activamente para impulsar esto en ensayos clínicos --informa Miao--. Pero también estamos interesados en ver cómo nuestra molécula afecta a otros tipos de cánceres».
EP
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