Las alergias afectan a 14 millones en España

Los estudios recuerdan el riesgo de humedades y ciertas condiciones ambientales en el desarrollo de organismos nocivos

Las humedades están presentes como factor de riesgo en más del 60% de casos alérgicos. En las últimas estimaciones del Centro Europeo de la Fundación para la investigación de las Alergias (ECARF) se situaba en 14 millones la población afectada por algún tipo de alergia en España.

Según los últimos estudios del centro de investigación, más del 60% de las enfermedades alérgicas afectan a las vías respiratorias. Según el mismo trabajo más de 6 millones padecen de rinitis alérgica y más de tres millones de españoles tienen asma. Se estima que el impacto de las alergias siga creciendo debido al efecto del ser humano sobre el ambiente y el exceso de higiene.

Además, los cuadros alérgicos presentan una gran temporalidad, agravándose en primavera debido a la germinación del polen y teniendo un repunte en otoño por la bajada de temperatura y las lluvias. La humedad es uno de los factores de riesgo más importante en el cuadro de síntomas alérgicos. En primer lugar, porque las humedades son una de las condiciones necesarias para la proliferación de organismos que agravan las alergias, como son ácaros, hongos y moho.

Y en segundo lugar, porque la humedad agrava la sintomatología de las enfermedades respiratorias.

Tanto es así que en los documentos que pone a disposición del usuario la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), se ofrecen decálogos para prevenir y combatir la proliferación tanto de ácaros como hongos.

En las instrucciones se reitera la necesidad de propiciar ambientes secos y cálidos que alejen las condiciones idóneas para la multiplicación de estos organismos. Los problemas de humedades son comunes (se estima que cerca de un 20% de los edificios en nuestro país sufren algún grado de problema relacionado con humedades) y se agravan en zonas costeras.

Evitar las humedades tiene un importante componente de control y prevención, pero también resulta habitual utilizar métodos que no resuelven el problema. Durante los últimos años se ha extendido el uso de deshumidificadores y tratamientos antihumedad que no eliminan su origen.