Medio Ambiente
Los metales de las colillas abandonadas en la playa entran en cadena alimentaria
Se estima que unos cinco billones de colillas se tiran al medio ambiente en todo el mundo cada año
Se estima que unos cinco billones de colillas se tiran al medio ambiente en todo el mundo cada año
El grupo de investigación en Biotecnología Marina del Golfo Pérsico de la Universidad de Ciencias Médicas de Bushehr (Irán) acaba de publicar en la revista Tobacco Control los resultados de un estudio donde alerta de los peligros de las colillas de los cigarrillos abandonadas en las playas. Los metales de dichas colillas son una fuente importante de contaminantes metálicos de lixiviación –es decir, extraídos a través de la acción del agua–, en el medio marino y pueden entrar potencialmente en la cadena trófica y eso porque los cigarrillos siguen siendo la forma más común de basura que se encuentra en el medio marino. Se estima que unos cinco billones se tiran al medio ambiente en todo el mundo cada año.
Los autores monitorizaron los niveles de metales en las colillas de cigarrillos en nueve lugares diferentes de la parte norte del Golfo Pérsico durante el verano de 2015. Se evalúo la presencia de cadmio, hierro, arsénico, níquel, cobre, zinc y manganeso procedentes de colillas de cigarrillos desechadas en los 10 centímetros superiores de los sedimentos y depositadas en la marca de la marea en las playas. El contenido de metal se midió dos veces, con un periodo de diez días entre medio, para evaluar el impacto potencial de las corrientes marinas en los niveles. Los niveles de cada uno de los metales variaron considerablemente: de 79,01 ug/g a 244,97 ug/g de hierro y de 38,29 a 123,1 ug/g de manganeso, por ejemplo. Los niveles de arsénico variaron de 0,12 ug/g a 0,48 ug/g. Sin embargo, los autores creen que «es probable que el contenido metálico varíe según el cultivo y el crecimiento de la hoja de tabaco y la aplicación de plaguicidas y herbicidas. Los metales adicionales pueden añadirse durante la fabricación de cigarrillos y/o mediante la aplicación de agentes de brillo en el papel de envoltura». Los filtros de los cigarrillos, que están hechos de acetato de celulosa, pueden actuar como otros plásticos proporcionando un conducto para transportar metales en ambientes marinos, sugieren los autores. También señalan que la respuesta de la vida animal y vegetal al contenido de metales es muy variable. «Mientras que la elevada concentración de metales pesados y trazas en el agua y los suelos puede afectar negativamente a algunas especies, la contaminación puede elevar la tolerancia a los metales en otros organismos», escriben los investigadores. «Teniendo en cuenta la cantidad estimada de colillas de cigarrillos esparcidas al año (4,95 billones), la liberación de metales a partir de colillas de cigarrillos esparcidas en el medio marino puede aumentar el potencial de daño agudo con respecto a las especies locales y entrar en la cadena alimentaria», sugieren, pero creen que se necesita más investigación para entender completamente el comportamiento de lixiviación de los metales a partir de las colillas de los cigarrillos en el medio marino.
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