Un kit de 30 euros para ahorrar el 15% de la factura eléctrica mensual

En Jordania se ha reemplazado el 60% de los productos de la compra por otros de origen local o eco

Hace un año, la familia de Moussa Ghoumar, vecino de La Unión (Murcia) recibió una pequeña bolsa que contenía un kit de ahorro energético doméstico. En su interior había cuatro perlizadores, un reductor de caudal para la ducha, bolsas de reciclaje, una regleta con interruptor, un paquete de burletes aislantes, una bombilla de bajo consumo, un termómetro de pared, un carné y un libreta explicativa. Material por valor de 30 euros que le han servido para ahorrar a él y otras 254 personas de la zona aproximadamente el 15 por ciento en la factura de la luz. «Ajustamos nuestro contrato de tarifa eléctrica y empezamos a organizar de forma diferente los turnos de lavadoras y lavavajillas que ahora se ponen por la noche. Hemos aprendido a hacer jabones con el aceite usado y cada vez que tenemos dos litros del gastado, producimos hasta 16 pastillas que regalamos también entre la familia y los vecinos. Ahora estamos cambiando los enchufes y poniendo regletas en toda la casa para evitar el consumo fantasma. La suma de estos pequeños gestos merece la pena», explica este padre de familia mientras hace referencia a las últimas facturas que le han llegado a casa.

Moussa ha sido uno de los participantes del proyecto Green in Everyday Life financiado por el Programa Erasmus +. La idea tiene su germen en España, donde este año cumple diez años el programa matriz, llamado Hogares Verdes; una iniciativa del Centro Nacional de Educación Ambiental que se desarrolla con la colaboración de diferentes entidades, como la asociación Columbares. Por primera vez este año, Columbares y el Ceneam han copiado la metodología y la han extendido por diferentes territorios de la Unión Europea y del Mediterráneo, como Jordania, Marruecos, Italia, Reino Unido o Suecia, gracias a la colaboración de diferentes partners en esos países. Un total de 1.500 personas se han beneficiado de esta iniciativa que se ha llevado a cabo durante algo más de un año, con resultados similares: un descenso de su factura de en torno al 15 por ciento.

En cada caso se ha escogido un perfil diferente de participantes, desde colegios hasta familias o presidiarios. Una vez realizadas las auditorías y analizados los perfiles, se ha hecho entrega de kits de ahorro adaptados a las condiciones climáticas de cada zona y a las necesidades de cada país. «En Suecia, los edificios de viviendas cuentan con un alto nivel tecnológico, por lo que son pocas las mejoras a efectos medioambientales que se pueden obtener, por lo que el kit contenía material sobre consumo más relacionado con la alimentación ecológica, la separación selectiva de residuos y la agricultura urbana. En Marruecos, sin embargo, se han entregado muchas bombillas LED ya que no son tan habituales, así como bolsas reutilizables fabricadas con elementos naturales como la hoja de palma, entre otros. En Italia el kit de ahorro doméstico se ha configurado como un paquete de experimentos científicos para motivar a los escolares de los colegios», explica Carmen Molina, coordinadora del proyecto Green in Everyday Life.

Como parte del proyecto, los participantes también han recibido diversos talleres de formación a lo largo de este año. Las familias españolas han recibido formación sobre separación de residuos, energía y agua, pero en lugares como Suecia también han añadido cursillos sobre huertos urbanos y han realizado visitas a centros de diseño de moda ecológica o establecimientos de alimentación sostenible de Estocolmo.

La organización de Jordania decidió salir de Amman y centrar el proyecto en un área más rural, concretamente en la localidad de Mahis, en la que han participado 20 jóvenes de 20 familias que representan unos cien miembros de la comunidad local. Gracias al proyecto «se ha reducido de media un 20 por ciento la factura eléctrica y un diez las emisiones de CO2 asociadas. También se ha rebajado el consumo de agua un 20 por ciento y la generación de basuras otro diez. Se ha reemplazado un 60 por ciento de los productos básicos de la compra por otros de origen local y más ecológicos y ha crecido el uso de la bicicleta un diez por ciento. Los jóvenes de entre 16 y 25 años con los que se ha trabajado se han convertido en auténticos auditores energéticos de sus casas y su vecindario», explican desde el país. Marruecos ha implantado el sistema en tres regiones con condiciones climáticas adversas y para ello han introducido en su kit algo tan útil y sencillo como un botijo de cerámica para que el agua se conserve a buena temperatura y evitar que se tire porque no se puede consumir. Otro detalle a destacar de la experiencia en el país es que se ha centrado especialmente en las mujeres, además de en niños y familias, como una parte importante de la sociedad que aún no cuenta con representación política.

Italia se ha centrado en implantar la metodología española en un total de seis colegios. Un total de 123 estudiantes de entre 10 y 12 años han participado en los nueve talleres formativos, en este caso, «orientados al juego, con la intención de formar a los niños en temas como la movilidad o la alimentación», explica Giovanna Mottola, desde la organización. Se repartieron 30 kits gracias a los que se ha conseguido reducir un 10 por ciento el consumo eléctrico en los centros, según las auditorías realizadas antes y después. La experiencia ha sido también un éxito en lo que al uso de agua se refiere, ya que en un solo mes se ha pasado de 382 litros a 194. Por último, los niños han tenido la oportunidad de experimentar con sus propias manos, a través de la construcción de una batería hecha a partir de un limón, cobre y zinc con el que han encendido una bombilla LED, o de la medición del PH del agua.

Reino Unido se ha dedicado a llevar la concienciación medioambiental a los reclusos con un programa en el que han participado presos de varias instituciones penales con penas de entre tres y siete años, ex delincuentes en periodo de prueba y de instituciones mentales. En este caso, además de los talleres y la mejora en el nivel de concienciación, los reclusos han mostrado su interés por la economía verde y alguno se ha montado su propio negocio de bicicletas o de reparaciones de pequeños aparatos para las familias más desfavorecidas.

Red europea

La experiencia ha sido muy positiva para Moussa, aunque él, como padre de familia, siente que hace falta más concienciación entre los jóvenes sobre todo en lo que se refiere al ahorro eléctrico. También le gustaría seguir invirtiendo para mejorar las condiciones de aislamiento de su casa o utilizar energía solar, si bien para eso vendría bien alguna ayuda pública. También a nivel más institucional se han detectado algunas particularidades. Los organizadores de Italia han sufrido la falta control sobre el gasto energético en los colegios públicos ya que las facturas allí las pagan directamente los ayuntamientos, con lo que al principio tuvieron dificultades para saber si podían ahorrar. En Suecia tuvieron que ampliar el abanico de participantes. Su idea inicial era contar con familias pero al no encontrar suficientes voluntarios ampliaron con jóvenes y otros colectivos.

Al final, las diferencias de desarrollo también se notan en esto de la eficiencia. Dicen los organizadores de Suecia que donde más se ha notado el proyecto es en el rápido descenso de consumo de comida preparada y empaquetada.

Experiencia Internacional

UNA BATERÍA HECHA DE LIMÓN

La formación medioambiental de los escolares italianos se ha orientado a la experimentación y el juego. Los niños han creado sus propias baterías hechas con limón, zinc y cobre

CÓMO FABRICAR JABONES

Las familias de Murcia, como la de Moussa, han recibido formación para elaborar pastillas de jabones con el aceite usado que generan en casa. Con dos litros se obtienen hasta 16 pastillas

AUDITORÍAS COMPLICADAS

El programa incluía dos auditorías antes y después para comprobar los ahorros. En algunos países, como Italia, han tenido dificultades en medir los consumo iniciales debido a la falta de datos

DIFERENTES KITS

En cada país se han distribuido diferentes utensilios e impartido cursillos en función de las necesidades de cada colectivo