¿Cuánta cafeína es realmente mucha cafeína?

Si eres de los que necesita un café nada más levantarse y además unas cuantas tazas más durante la mañana, es posible puedas estar pensando que tu hábito de consumo de café no es del todo saludable. Aunque los expertos dicen que el café es una de las mejores bebidas que se pueden beber, demasiada cafeína puede tener efectos secundarios graves.

Según la Asociación Nacional del Café, el 63 por ciento de los estadounidenses bebe café todos los días y lo hace por una buena razón, el café es un alimento repleto de nutrientes, como magnesio, potasio o vitaminas del complejo B. También es la mayor fuente de antioxidantes en nuestra dieta. Es más, si eres de los que toma su café con leche añadida, el conjunto es una gran manera de obtener la vitamina D y calcio.

Diferentes estudios demuestran que el café puede reducir el riesgo de cáncer de hígado, colon, próstata, ovario y oral, el carcinoma de células basales, accidente cerebrovascular y enfermedades cardíacas. También puede prevenir la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer y la diabetes tipo 2.

Un estudio reciente de la Universidad de Cornell encontró que el consumo de café puede incluso proteger los ojos de degeneración de la retina como resultado de glaucoma, el envejecimiento y la diabetes. El consumo de café también puede aumentar nuestra energía y mejorar la memoria, el tiempo de reacción y el estado de ánimo. De hecho, un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard encontró que las personas que beben dos a cuatro tazas de café al día reducen su riesgo de suicidio en un 50 por ciento.

El problema aparece cuando tal vez, y sin ser conscientes de ello, estemos consumiendo excesiva cafeína, ya que hay que tener en cuenta que si además bebemos té, refrescos, bebidas deportivas, comemos chocolate o tomamos calmantes para el dolor, podríamos estar consumiendo más cafeína de la que nos pensamos.

El café también puede disminuir la absorción de hierro y calcio, aumentar la frecuencia cardíaca y la ansiedad, la enfermedad de reflujo causar gastroesofágico (ERGE) o empeorar el síndrome del intestino irritable (IBS). Por otro lado, también puede aumentar la presión arterial, aunque solo en las personas que no beben todos los días. Las personas que tienen diabetes tipo 2 deberían evitar el café, ya que eleva los niveles de glucosa en la sangre.

Los expertos coinciden en las mujeres que están luchando con la infertilidad, o están en proceso de fecundación in vitro del tratamiento (FIV) deben evitar el café. Aunque no está claro si el café provoca un nacimiento prematuro o aborto involuntario, las mujeres embarazadas deben limitar su consumo total de cafeína a 200 miligramos al día.

Además, si tienes síntomas de abstinencia como dolor de cabeza, fatiga o irritabilidad, deberías reducir gradualmente su consumo o cambiar a descafeinado.