¿Qué es mejor, nadar o caminar?

Es un hecho, el running es, junto con disciplinas como yoga o pilates, el deporte de moda. Cada vez más adeptos se suman a la tendencia de salir a correr, que si bien es cierto que comenzó como una moda, hoy ha quedado demostrado que engancha, y mucho.

Y es que es verdad que son muchos los beneficios del running, tanto para la salud como para nuestro bolsillo, aunque no es menos cierto que no todo el mundo puede practicarlo. Existen ciertos casos en los que salir a correr puede ser más perjudicial que beneficioso, como por ejemplo en personas con problemas en las articulaciones, lesiones serias o problemas respiratorios. Pero, ¿qué hacer en este caso? Sin duda existen alternativas muy saludables al running que poder poner en marcha para sentirnos mejor y ponernos en forma de forma segura. Todo depende, claro, de los objetivos que se quieran lograr.

¿Cuántas veces hemos escuchado y leído eso de que “la natación es el deporte más completo”? En mi caso no me atrevería a afirmar una sentencia tan rotunda, pero lo que sí está claro es que a través de la natación conseguimos movilizar gran parte de nuestros músculos y el ejercicio de nadar, en sí mismo, conlleva un gran gasto calórico asociado al tratarse de un ejercicio aeróbico. La natación es además muy recomendable en personas con problemas de movilidad o lesiones en las articulaciones (por ejemplo se recomienda mucho en las rehabilitaciones deportivas, como en las roturas de ligamentos, etc.). ¿Y entonces, es el deporte perfecto? La opinión de los expertos no es unánime. Existen casos en los que la natación no es el deporte perfecto, como aquellas personas con problemas cervicales o lumbares. Para que practicar natación nos ayude, debemos asegurarnos de nadar bien o al final conseguiremos el efecto contrario, sobrecargar partes del cuerpo debido a movimientos que no son del todo naturales.

En el caso de salir a caminar, que es una de las actividades más saludables que podemos llevar a cabo, no se requiere tanta preparación física como para salir a correr, ni tampoco tanta técnica como para practicar natación. Caminar es, sin lugar a dudas, una gran alternativa al running gracias a la cual también logramos ponernos en forma, tan solo exige ser constante o los beneficios no llegarán nunca (¿qué pensaban?). Salir a caminar, al igual que nadar o correr, es sumamente eficaz a la hora de endurecer piernas y glúteos, ayuda a dormir mejor y, en el caso de las mujeres, es más beneficioso sobre nuestros huesos, que son nuestro eterno talón de Aquiles, que salir a correr, ya que nuestras articulaciones sufren mucho más con el running que con una simple pisada a la hora de caminar.