Sevilla
Rescatan antibióticos del siglo XX para combatir las resistencias bacterianas
Veinte hospitales españoles desarrollan un ensayo clínico sobre la eficacia de antibióticos del siglo pasado en desuso contra bacterias que se han hecho resistentes a los nuevos fármacos, según ha informado a Efe Jesús Rodríguez-Baño, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla. El doctor Rodríguez-Baño, presidente del comité científico del XIX congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC), que se celebra en Sevilla, ha explicado que estos antibióticos "olvidados"se han rescatado al comprobarse su eficacia contra bacterias que se han convertido en multiresistentes a los nuevos fármacos.
Este ensayo clínico se centra en la fosfomicina, un antibiótico español del último tercio del pasado siglo cuya eficacia se compara ahora con el meropenem, considerado el antibiótico más potente que existe. Muchos antibióticos y antivirales fabricados en el siglo XX para matar o inhibir el crecimiento de microbios cayeron en desuso al aparecer fármacos más eficaces, de mayor espectro de actuación y mejor tolerados por los pacientes, como las cefalosporinas y las quinolonas, ha añadido este especialista.
Décadas después, se ha comprobado la creciente resistencia bacteriana a estos nuevos fármacos "contra la que no tenemos alternativas", según Rodríguez-Baño, por lo que se han rescatado antiguos antibióticos contra los que las bacterias no ofrecen resistencia.
Esta investigación, con financiación pública porque la fosfomicina carece de interés para la industria farmacéutica al haber expirado su patente, pretende dilucidar en 2017 cuál es su administración más efectiva y descartar efectos secundarios, cuestiones que no se estudiaban suficientemente cuando se descubrió este fármaco "olvidado"pero crucial ahora porque combate el Acinetobacter baumannii, un patógeno muy agresivo y resistente a casi todos los antibióticos actuales.
El doctor Rodríguez-Baño ha advertido de que las resistencias bacterianas constituyen "un problema de una magnitud tremenda"en España, uno de los países europeos con mayor consumo de antibióticos por habitante.
La ineficacia de los antibióticos ante algunas bacterias la ha fomentado la globalización, el mal uso de antibacterianos ganaderos, el acceso inadecuado a antibióticos de amplio espectro en las sociedades modernas o su prescripción masiva en países en desarrollo, así como las infecciones nosocomiales de hospitales.
"Es un problema muy complejo, que afecta a todo el mundo y no un alarmismo de los especialistas", ha apostillado Rodríguez-Baño.
En su opinión, la sociedad española "no está suficientemente concienciada"de la importancia de cómo tomar los antibióticos, sobre todo, porque "en la mayoría de las ocasiones"no hay que tomarlos, como ocurre con la gripe.
"Es vital que la población haga un uso responsable de los antibióticos y siga rigurosamente la prescripción médica en las dosis, horas y días indicadas o favoreceremos el aumento de las resistencias bacterianas", ha advertido.
En el caso del patógeno Staphylococcus aureus, su resistencia a los antibióticos ha aumentado un 28 por ciento en España en los últimos 15 años; la Escherichia coli la ha hecho por diez y la resistencia bacteriana al amoxicilina/clavulánico, el antimicrobiano más usado, ha aumentado hasta un diez por ciento, según la SEIMC.
El doctor Rodríguez-Baño también ha alertado del mal uso de antibióticos en la ganadería, no sólo con productos de engorde, nocivos para el hombre, sino por la expansión de brotes epidémicos.
En el caso de los médicos, ha indicado que hace décadas "no importaban demasiado"las consecuencias de una prescripción generalizada de nuevos antibióticos "muy eficaces", pero ahora se ha demostrado ese error y se admite que una correcta administración de estos fármacos "es difícil".
Respecto a las infecciones nosocomiales por falta de higiene del personal sanitario o por contagios de bacterias acantonadas en instrumental hospitalario, ha señalado que existen bacterias, como las productoras de carbapenemasas, resistentes a todos los antibióticos de primera línea existentes.
"¡Cómo explicamos que una persona a la que se le ha salvado la vida en una intervención quirúrgica de altísima complejidad, se nos muera en el hospital porque adquiere una bacteria contra la que no tenemos buenos antibióticos!", se lamenta este especialista. Efe
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