Antonio Garrido-Lestache: «Las maternidades en España no cumplen las leyes de identificación»

-Es el promotor del sistema de identificación del recién nacido por dactiloscopia. ¿En qué consiste esta técnica?

-En llevar los dibujos que tienen los deditos del recién nacido a un papel mediante tinta, igual que los adultos. Nada más que eso. En niños siempre se ha dicho que era muy difícil de obtener pero que era necesario. Quizá el mérito mío haya sido el obtenerlas de una manera muy fácil gracias a la postura del niño y a tener un poco de paciencia... -¿Y cuál es la forma correcta de realizarla?

-El niño tiene que estar boca abajo, porque boca arriba siempre contrae la mano, pero de esta forma la extiende y entonces es facilísimo obtenerlo. También hay que usar tinta especial, papel especial y lupa de seis aumentos. Como ve el precio es ínfimo, por no decir que es cero. Y el resultado del trabajo, que yo tengo hecho con la Policía Científica española, es del 100%.

-Su idea la adoptó la ONU hace mucho, pero dice que la identificación del recién nacido no se hace bien...

-Es ley en España desde el 6 de enero de 1991 cumpliendo el mandato de la Convención de Derechos del Niño. Pero en nuestro país podríamos decir que la práctica equivale a cero por una sencilla razón: nunca ha habido docencia. Es necesario tener personal preparado –que puede ser sanitario o no– en la toma de huellas dactilares. En España, como prácticamente nunca ha habido docencia, sale todo mal. En Argentina hay hospitales que crearon, hace 80 años, el Servicio de identificación, guardia y custodia y entrega de los recién nacidos a sus madres. Así no puede haber ninguna duda de que se hace todo bien y es impensable que un niño pueda ser cambiado, robado o mal adoptado.

-¿Qué errores se comenten?

-Como el personal no está preparado no sabe como hacerlo y la tinta no es la buena, ni el papel, ni la lupa para comparar una huella con otra. El personal médico tiene una función médica que cumplir. En cambio, el identificador solamente cumple la función de reconocer a los niños y no otra: debe hacerlo al nacer y al ser dado de alta. Es decir, que las maternidades de España no cumplen las leyes del estado español.

-¿Y cómo se podría solventar?

-Creando docencia. Creando en las maternidades los servicios de identificación del recién nacido, dando cursos, títulos... En España está prácticamente todo por hacer. El Estado español ha depositado, por ley, la facultad de certificar la vida en las matronas y los médicos como notarios del Reino de España. Pero claro, si se ocupan de la asistencia médica no tienen porqué identificar también. Tiene que ser solamente personal con título de identificador, sea médico o no.

-¿Hay algún centro en España donde se haga bien, que sea referente en este tema?

-No hay ninguno, en absoluto. Yo lo dije ya hace muchos años y es un tema completamente desconocido. Porque lo hacen pero lo hacen mal. Lógico. Hay que emplear una técnica para hacerlo bien.

-¿Y por qué cree que no se corrige?

-Porque las maternidades no han querido ahondar en este tema. Yo lo hice en la maternidad Municipal de Madrid y salían perfectamente bien. Pero si analizásemos una a una las maternidades veríamos que no se realiza la identificación con corrección. La consecuencia de no hacerlo, que es lo más grave, son los niños cambiados, robados, adoptados irregularmente y que pierden todos sus derechos civiles. Por otro lado, cambiar a un niño por otro está penado por el Código Penal muy gra- vemente.

-¿Se habrían podido evitar los casos de los niños robados si se hubiera empleado esta técnica?

-Un niño identificado es inviable que sea cambiado, robado o mal adoptado. Incluso un pequeño que ha perdido su identidad puede casarse con su propia hermana, así que para salvaguardar los derechos de los niños a la identificación, amparado por todas las leyes, lo más sencillo bueno y barato son las huellas dactilares. Sabiéndolas tomar.