Investigación científica
El cáncer tiene talón de aquiles
Científicos de Reino Unido concluyen que los tumores cancerígenos, en su desarrollo, dejan marcadores comunes, que serían cruciales para que el sistema inmunológico detecte y ataque a la enfermedad.
Científicos de Reino Unido concluyen que los tumores cancerígenos, en su desarrollo, dejan marcadores comunes, que serían cruciales para que el sistema inmunológico detecte y ataque a la enfermedad.
La guerra que la ciencia libra contra el cáncer está hoy más cerca del fin, después de que científicos de Reino Unido hayan dado un paso de gigante al encontrar el «talón de aquiles» de la enfermedad. La investigación, realizada bajo el amparo del centro Cancer Research UK y publicada en la revista «Science», ha concluido que los tumores cancerígenos, en su desarrollo y evolución, dejan unos marcadores biológicos comunes que serían cruciales para que el sistema inmunológico ataque al tumor.
Los científicos alcanzaron esta conclusión tras analizar datos de cientos de pacientes, en los que encontraron marcadores –conocidos como antígenos– que representan las mutaciones primeras de la enfermedad y que se muestran en todas las células del tumor. Del mismo modo, ya en laboratorio, los científicos aislaron células inmunes –las células T– a partir de muestras de dos pacientes con cáncer de pulmón, que reconocen estos marcadores comunes. El problema que existe en la actualidad con estas células inmunes es su incapacidad para atacar el cáncer, pues no lo detectan; son las defensas del tumor quienes se encargan de esto. Es precisamente esta circunstancia la que parece haber solucionado la investigación del Cancer Research UK, que abre el camino a terapias que activen las células inmunes. Así, en un futuro, se podría desarrollar una vacuna para activar estas células o para su administración en pacientes con antígenos comunes en todas las células del cáncer.
Sergio Quezada, investigador del University College London (UCL) Cancer Institute, es coautor del estudio: «El sistema inmunológico actúa como la policía cuando afronta el cáncer, los delincuentes a nivel genético. Los distintos tumores son como una banda de matones involucrados en distintos delitos –robos, contrabando...–. El sistema inmunológico se esfuerza por pisar los talones al cáncer, pero le es igual de difícil que a la Policía cuando tiene que controlar varios frentes. Nuestra investigación muestra que en lugar de perseguir crímenes sin rumbo en diferentes barrios, podemos darle a la Policía la información que necesita para detener al capo, la raíz de todo el crimen organizado, o el punto débil en el tumor de un paciente para acabar con su problema».
Por su parte, Charles Swanton, coautor y colega de Quezada en el UCL en el Cancer Institute, se mostró entusiasmado con los hallazgos, pues ahora se multiplican las posibilidades de que el sistema inmunológico pueda detectar los tumores más complejos. «Ahora podemos priorizar y apuntar a los antígenos presentes en cada célula, el talón de aquiles de cánceres altamente complejos». Esto abre una nueva vía a la hora de abordar los tumores de los pacientes a nivel individual, a la vez que se realiza un perfil de todas las variaciones del tumor para que la inmunoterapia sea efectiva. Esto es realmente fascinante y eleva la medicina personalizada a su máxima potencia. Cada paciente tendría un tratamiento único, hecho a medida», dijo.
El problema de los tratamientos de inmunoterapia hasta el momento, según explica el doctor Quezada, residía en que durante muchos años se ha estudiado cómo se regula la respuesta del organismo al cáncer sin una comprensión de qué es exactamente lo que las células inmunes reconocen en las cancerígenas. «Con los nuevos hallazgos, seremos capaces de indicar al sistema inmunológico cómo reconocer y atacar específicamente a los tumores. Según Swanton, la aplicación del descubrimiento realizado tendría que empezar a ensayarse en humanos en dos o tres años. Si no fuese así, tal y como recalcó el coautor del estudio, sería «decepcionante».
Para el director médico de Cancer Research UK, Peter Johnson, la investigación «da pistas vitales acerca de los tratamientos a medida usando el propio sistema inmunológico». «Nos acerca al conocimiento de por qué algunos pacientes responden al tratamiento con inmunoterapia y por qué otros no, así como a la selección de los pacientes que se beneficiarán más de ella. A la vez que sugiere nuevos modos para tratar el cáncer, el estudio llena vacíos clave en nuestro conocimiento sobre los efectos del sistema inmune en tumores. Esto nos da esperanzas para desarrollar mejores tratamientos para algunos de los tipos de cáncer más complicados de combatir», añade.
Desde la comunidad científica el estudio se ha recibido con alegría, aunque con reservas, pues no se ha ensayado en humanos ni en animales. Además, uno de los principales problemas de la aplicación de esta investigación, si se demuestra que es realmente efectiva, es su coste. En cualquier caso, Johnson reconoce que el estudio ha mostrado «impresionantes resultados» y añade que aunque, la tecnología es reciente y compleja y, por tanto, costosa, a medida que se vaya usando «los costes se reducirán».
Según el doctor Stefan Symeonides, científico de la Universidad de Edimburgo, hoy no es viable ni práctico el diseño de vacunas, pues los pacientes necesitan tratamientos inmediatos, aunque cree que el estudio añade perspectivas nuevas e innovadoras en el ámbito de los fármacos de inmunoterapia que no funcionan en todos los pacientes. «Esta información se tendrá en cuenta durante años y a la hora de entender qué pacientes se benefician de la inmunoterapia y cuáles no y por qué. Así, podemos mejorar esas terapias.
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