Investigación científica

Eliminan el temblor esencial y de Parkinson sin cirugía

El Centro Integral de Neurociencias HM Cinac emplea el sistema HIFU, pionero en tratar a pacientes de estas dolencias sin recurrir a la tradicional intervención intracraneal

El Centro Integral de Neurociencias AC HM CINAC Madrid, ubicado en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles y dirigido por el Dr. José A. Obeso, es el centro de referencia mundial en el abordaje del párkinson mediante ultrasonidos de alta intensidad (HIFU)
El Centro Integral de Neurociencias AC HM CINAC Madrid, ubicado en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles y dirigido por el Dr. José A. Obeso, es el centro de referencia mundial en el abordaje del párkinson mediante ultrasonidos de alta intensidad (HIFU)larazon

El Centro Integral de Neurociencias HM Cinac emplea el sistema HIFU, pionero en tratar a pacientes de estas dolencias sin recurrir a la tradicional intervención intracraneal

Coger un vaso de agua, escribir, cocinar o incluso andar se convierte en una «misión imposible» para las más de 400.000 personas que sufren temblor esencial en nuestro país y las 150.000 con enfermedad de Parkinson. Pero este trastorno del movimiento, que llega a ser invalidante, puede desaparecer gracias al uso de una técnica revolucionaria basada en ultrasonidos y que evita recurrir a la tradicional cirugía abierta de cráneo cuando el tratamiento farmacológico no es efectivo.

La clave está en el HIFU (High Intensity Focused Ultrasound, por sus siglas en inglés), una tecnología puntera que permite destruir las células dañadas por elevación de la temperatura mediante la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía. «Se trata de un equipo de Resonancia Magnética con emisiones de ultrasonidos que realiza el tratamiento en dos fases: una primera, y esencial, en la que se determina el punto exacto al que se van a dirigir los haces del HIFU. Este proceso dura cerca de una hora y media y es la clave del asunto, ya que para lograr el éxito del procedimiento es fundamental elegir bien el punto cerebral sobre el que se trabaja. La segunda fase del proceso consiste en dirigir los haces de ultrasonidos a dicho punto. Ahí el tejido alcanza una temperatura alta determinada, pero de manera muy precisa, para no afectar a otras fibras del cerebro», explica José Obeso, director del Centro Integral de Neurociencias HM Cinac.

Resultados definitivos

Los resultados obtenidos con la aplicación de HIFU «son inmediatos y la paralización del temblor llega a ser permanente, por lo que la calidad de vida de los pacientes mejora radicalmente», matiza Obeso. Buen ejemplo de ello es Juana Barajas, quien confiesa «haber empezado de nuevo a disfrutar de la vida con 75 años». Tras doce años diagnosticada de temblor esencial y habiendo sido medicada con diferentes fármacos, Juana fue tratada este verano con el HIFU por los profesionales de HM Cinac. «Mi vida ha cambiado completamente, porque antes no podía caminar, comer, cocinar... Necesitaba ayuda para todo y terminaba con contracturas diarias por culpa de los temblores. Ahora, gracias a este gran equipo y su calidad y calidez humana, puedo continuar mi vida con normalidad», asegura Juana, quien puntualiza la necesidad de «que se invierta en investigación, ya que todos vamos a beneficiarnos de ello».

Además de tratar el temblor esencial, los profesionales de HM Cinac han empleado esta técnica con éxito en algunos pacientes para los temblores propios de la enfermedad de Parkinson. Pero el futuro es aún más prometedor, ya que se espera que pueda aplicarse a otras patologías como la neuralgia del trigémino e incluso enfermedades psiquiátricas. «Con el HIFU buscamos actuar sobre circuitos cerebrales que generan una conducta anormal. En el futuro, si esta técnica se sigue perfeccionando, se podrá aplicar a un amplio espectro de pacientes», adelanta Obeso.

Actualmente, en las personas con temblores, cuando fracasa el tratamiento médico, se opta por la estimulación cerebral profunda, es decir, una cirugía craneal en la que se introducen unos electrodos en el cerebro y éstos se conectan a un generador. De esta forma se estimula un área cerebral y se anula el temblor del paciente. Se trata de un procedimiento invasivo y que supone un elevado coste sanitario. En este sentido, tal y como explica Obeso, «la principal ventaja del HIFU es que no hace falta realizar ningún abordaje intracraneal. Durante el tratamiento observamos si la diana y el efecto son los adecuados, al mismo tiempo que se pueden realizar correcciones para mejorar la efectividad y reducir efectos adversos antes de producir la ablación focal del tejido, por lo que las virtudes son numerosas».