La artrosis no es una enfermedad de ancianos

La patología ha crecido más de un 70% en 20 años y sigue en aumento. Se estima que la sufre un 60% de mujeres y un 40% de hombres

La artrosis es una enfermedad de las articulaciones que afecta al cartílago, a la membrana sinovial, al hueso subcondral y ala musculatura. La patología ha ido creciendo más en un 70% en 20 años y sigue en aumento, afectando a 242 millones de personas en todo el mundo, siete millones en España. Las causa de dicho crecimiento son el envejecimiento, la mujer posmenopáusica y el deportista.

Josep Vergés, presidente de OAFI (Osteoarthritis Fundation International, en inglés), explica que «la gente vive más años, pero también hay que decir que hay un 20% de gente mayor que no tiene artrosis, por lo que no solamente es la edad», por lo que no es un tema solo de personas de avanzada edad. Respecto a al otro grupo, la mujer, Vergés señala que «cuando entran en la época posmenopáusica se ha visto que la artrosis aumenta y esto es debido a un déficit hormonal, concretamente de estrógenos». Y la otra causa muy importante, el deporte, éste puede ser perjudicial y favorece a la artrosis cuando su práctica «no se hace en buenas condiciones o es de alto nivel», ya que se produce «una sobreutilización de las articulaciones», añade Vergés.

Carmen Sánchez, tesorera de la Asociación Española de la Osteoporosis y la Artritis (Aecosar), añade que la enfermedad afecta más al sexo femenino que al masculino. A su vez Benito Marto, presidente de la Liga Española de Reumatología (LIRE), apostilla que se estima «según estudios que el porcentaje es 60% mujeres 40% hombres». Entre las articulaciones más comunes que la sufren están la rodilla, columna, dedos, cadera o más de una.

Hoy en día la artrosis se considera una enfermedad grave de la que todavía no hay conciencia. Los mitos que existen sobre ésta son: que muchas personas no la consideran enfermedad, no hay nada que hacer y es de gente mayor.

En cuanto a cómo afecta a la calidad de vida de los pacientes artrósicos, éstos «suelen tener más depresión, más ansiedad porque se sienten mal. Además, toman más antidepresivos, más ansiolíticos y a veces precisan también muchos antiinflamatorio que conlleva a una serie de problemas», declara Vergés. Además, «la artrosis va asociada a lo que llamamos las comorbilidades, es decir, los pacientes artrósicos suelen tener hipertensión, diabetes, insuficiencia renal...», añade Vergés.

Tratamientos

Para poder tratar la enfermedad lo primero que se debe llevar acabo son «las medidas higiénico-dietéticas» como perder peso y llevar buena una alimentación, pero a veces esto no es suficiente por lo que «acudimos a la terapia farmacológica con algunos analgésicos como el paracetamol, antiinflamatorios que quitan el dolor pero no deben usarse de forma crónica, sysadoas –medicamentos que actúan de forma lenta pero son fármacos seguros que no hacen daño– , y los más potentes como la morfina o los derivados de ésta que pueden quitar el dolor pero producir otros problemas», explica Vergés. Si estas medidas no funcionaran ya se pasaría a las quirúrgicas «desde un lavado articular, “toilette”, y si no fuera suficiente existe el trasplante autólogo de condrocitos, o por último la prótesis –el 90% funcionan bien, pero el problema es que éstas duran de media unos diez años– », afirma Vergés.

A pesar de la gran cantidad de casos que hay con artrosis se ha producido un cambio de paradigma, ya que le paciente siempre ha sido menos activo y hoy en día se muestra más dinámico interesándose por su patología con ganas de participar. Para ello, desde la Fundacion Oafi se están llevando acabo programas que promueven medidas de prevención y formación, que aportan información al paciente. En ellas éste se divierte a la vez que adquiere conocimientos sobre la artrosis. Algunos de los programas son el de la gente activa o «Paciente experto» u «Oafisport», entre otros.