La cirugía percutánea del pie reduce riesgos y costes

El uso de técnicas mínimamente invasivas en la intervención de algunas patologías del pie permite operaciones ambulatorias, lo que recorta gastos sanitarios y propicia una pronta recuperación del paciente

Los últimos avances de la cirugía ortopédica moderna marcan el camino de la utilización de técnicas mínimamente invasivas o percutáneas que resuelvan o minimicen algunos de los problemas que se plantean en la cirugía abierta, como la disminución de las posibles complicaciones, al tiempo que se mejoran y acortan los procesos de recuperación posquirúrgicos. Por ello, las técnicas percutáneas son, en la actualidad, el punto de referencia al que se tiende a converger. Como apunta Luis Alberto Marín Morales, especialista en traumatología y cirugía ortopédica del Hospital Quirónsalud Ciudad Real, «la cirugía percutánea del pie, también conocida como cirugía MIS (Minimal Incision Surgery), constituye un método quirúrgico que permite realizar intervenciones a través de incisiones mínimas, sin exposición directa de los planos quirúrgicos, lo que ocasiona un trauma mínimo de los tejidos próximos, y que precisa un control durante la intervención».

Aunque las indicaciones de la técnica pueden abarcar cualquier parte del pie, su uso más extendido en la actualidad es en la patología del antepie, «y dentro de ella al hallux valgus (juanete), deformidades de los dedos menores (dedos en martillo, en garra...), metatarsalgias y quintus varus (juanete de sastre)», puntualiza Marín Morales. Aan así, no todas las intervenciones que se practican en el antepié pueden realizarse con técnicas percutáneas. «Sus indicaciones son muy precisas y es necesario que sean realizadas por cirujanos con experiencia para obtener unos resultados óptimos», subraya el traumatólogo de Ciudad Real. Hasta hace no mucho era difícil de tratar en cirugía abierta la metatarsalgia, que consiste en el dolor en la planta de los pies cerca del inicio de los dedos que se acentúa al caminar, al correr o con los zapatos, pero hoy sus resultados en percutánea son óptimos. Todas estas patologías que hasta hace unos años se realizaban mediante cirugía abierta pueden ser ahora tratadas con cirugía percutánea, gracias a la obtención de idénticos resultados con considerables ventajas.

Ahorros

En este punto, cabe destacar que «la cirugía percutánea del pie en la mayoría de las ocasiones no lleva aparejada la utilización de material de osteosíntesis –unión de fragmentos de un hueso fracturado mediante la utilización de elementos metálicos–, lo que va asociado a un ahorro económico considerable. Si a eso unimos que en la inmensa mayoría de los casos se realiza con bloqueos anestésicos distales –como alternativa a la anestesia local o epidural– que no precisan ningún tipo de ingreso hospitalario, las bondades desde el punto de vista económico se multiplican», explica Marín Morales.

Dadas las características de la intervención, ésta se convierte en un procedimiento ambulatorio, por lo que «además la incorporación del paciente a su vida laboral también se ve mejorada con este tipo de técnicas, rebajando el tiempo de baja laboral tras el postoperatorio», recalca el traumatólogo de Quirónsalud. De hecho, el paciente abandona el quirófano «por su propio pie», es decir, andando con su zapato postquirúrgico.

Aunque la patología del antepié es muy frecuente y puede aparecer en cualquier persona y a cualquier edad, «su incidencia es mucho mayor en mujeres de entre 40 y 60 años. No hay una sola causa que se relacione con la aparición de estas deformidades, sino una asociación de causas intrínsecas y extrínsecas. Dentro de estas últimas, destaca sobremanera la utilización de zapato ajustado y de tacón alto. De hecho, algunos autores indican esta costumbre como la más importante en la aparición del hallux valgus. En menor medida, están relacionadas con traumatismos previos», concluye Marín Morales.

Sólo con experiencia

Marín Morales subraya la importancia de conocer bien los casos y las oportunidades concretas en las que se puede o no aplicar las bondades de la cirugía percutánea. En su dilatada experiencia, ha intervenido en más de 1.500 operaciones de este tipo, lo que refleja que sólo cirujanos con una gran pericia pueden desarrollar este tipo de cirugía. «Aunque la técnica puede realizarse con una mínima incisión, si no se es suficientemente preciso pueden lesionarse estructuras importantes del pie», subraya Marín Morales.