Prevención

«La oncología personalizada es el camino a seguir»

Jesús García-Foncillas / Director Instituto Oncológico Oncohealth F. Jiménez Díaz

Jesús García-Foncillas / Director Instituto Oncológico Oncohealth F. Jiménez Díaz
Jesús García-Foncillas / Director Instituto Oncológico Oncohealth F. Jiménez Díazlarazon

El tratamiento del cáncer exige un abordaje integral y multidisciplinar que incluye, además, el diagnóstico precoz y la prevención. Para ponerlo en práctica, a principios de 2016 nació el Instituto Oncológico Oncohealth, una iniciativa del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y dirigido por Jesús García-Foncillas.

-¿Cuál es la prevalencia en España de personas con cáncer?

-Los últimos datos disponibles cifran la prevalencia a cinco años entre todos los tipos de cáncer en unas 600.000 personas, mientras que, si hablamos de incidencia, cada año aparecen unos 200.000 nuevos casos. La mayor parte de los indicadores que manejamos señalan que, en efecto, existe una tendencia al alza debido a los avances en diagnóstico precoz y a la aparición de casos vinculados a factores ambientales (tabaquismo, alimentación, contaminación, etc).

-¿Influye la herencia genética?

-Cuando hablamos de cáncer, en realidad estamos refiriéndonos a un grupo muy amplio de más de 300 enfermedades distintas, cada una con sus particularidades. En cualquier caso, y con carácter general, en el origen del cáncer existe en efecto una combinación de factores genéticos y ambientales.

-Gracias al Oncohealth Institute han creado una nueva forma de abordar la enfermedad. ¿Qué aporta?

-Ofrece un enfoque novedoso en España al abordar el diagnóstico y el tratamiento del cáncer basándose en tres pilares esenciales: un equipo multidisciplinar, un trato individualizado y, sobre todo, la incorporación ágil de los avances de la investigación a la práctica clínica, lo que se traduce, por ejemplo, en el caso de la quimioterapia, en tratamientos adaptados específicamente a las características del tumor de cada paciente. Todo esto es posible, asimismo, gracias a que contamos también con los últimos avances en tecnología, como por ejemplo en lo que se refiere a los aceleradores lineales de radioterapia.

-¿Cuáles son las líneas de investigación abiertas en tratamientos de cáncer más prometedoras?

-Gran parte de la investigación discurre hoy en día por el camino de la oncología personalizada, mediante el estudio que ofrece el establecimiento del perfil genético y molecular de cada tumor y la identificación de biomarcadores, herramientas clave, por ejemplo, para conseguir estimular al propio organismo a luchar contra el tumor, lo que conocemos como inmunoterapia. En cualquier caso, la separación entre investigación y práctica clínica es, y debe ser, cada vez mucho más estrecha.

-¿La medicina personalizada en el tratamiento del cáncer es una aspiración o ya es una realidad?

-En los grandes centros que aúnan investigación y práctica clínica podemos decir que es ya una realidad perfectamente instalada. Otra cosa es que en este terreno quede casi todo por hacer.

¿Qué peso tiene el diagnóstico precoz en el desarrollo de la enfermedad?

-Muchas veces supone la diferencia entre curar al paciente en poco tiempo o tener que lidiar con un tratamiento largo, costoso y con mucho peor pronóstico. Es el caso, por ejemplo, del cáncer de mama, de próstata o el colorrectal.

-¿Cómo deben abordarse el diagnóstico y el tratamiento para incidir lo menos posible en el paciente?

-Con normalidad y atendiendo siempre a los deseos del paciente en cuanto a sus requerimientos de información: hay que informarle de las cosas como son y explicarle qué efectos van a tener los tratamientos. Es esencial que la persona sea partícipe de las decisiones tomadas.

-¿El cáncer podrá llegar a considerarse como una enfermedad crónica?

-En muchos casos no llegan a erradicarse del todo, pero conseguimos que el paciente tenga una esperanza de vida aceptable y no tan diferente a la que tendría una persona de su edad sin cáncer. La evolución depende mucho de que el paciente cumpla con su tratamiento y, por supuesto, de su actitud.