Los galardones “humanizando la sanidad” de TEVA premian la labor afectiva de 11 iniciativas médicas

Padecer una enfermedad no sólo es una cuestión médica sino también humana. Detrás de las cifras y las patologías hay historias de personas cuya vida personal y social se ve afectada en el caso de pacientes oncológicos o dermatológicos. Estas son las ideas contempladas por las 11 iniciativas, cuyo trabajo para reducir o acabar con el estigma del paciente ha sido reconocida por la farmacéutica TEVA. “Es necesario poner en valor la humanización de la sanidad, y premiar a los que van más allá del abordaje terapéutico”, afirma Rafael Borrás, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de TEVA.

Cada uno de los proyectos muestra el uso de técnicas originales para conseguir un trato más cercano. Este objetivo se traduce en hacer reir a los niños bajo tratamiento oncológico, dar apoyo a los pacientes en dermatología con talleres de maquillaje o mejorar la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple a través de un videojuego.

Algunos de los proyectos premiados han sido "Sin temor al espejo", con talleres de maquillaje corrector para los trastornos de piel, "Proyecto Maktub", para mejorar las instalaciones de los trasplantados por médula ósea o “Virtualrehab”, un innovador videojuego que ayuda a los pacientes con esclerosis múltiple en su rehabilitación. Entre las iniciativas reconocidas, destacan aquéllas que cumplen una función pediátrica, como reducir el estrés de los niños ante una prueba diagnóstica o ante largos periodos de hospitalización. Algunos ejemplos son “el jardín de mi hospi”, que convierte las azoteas de los hospitales en zonas de juego, "Proyecto Maktub", donde la tecnología ayuda a niños trasplantados o “Poción de héroes”, que promorciona ayuda psicológica en los tratamientos oncológicos.

El esfuerzo por mejorar las habilidades de las personas mayores también ha estado presente en los premios TEVA con "Vivir como en casa"y "Arte-terapia en el final de la vida", donde se estimula una vida autónoma y la creatividad artística, respectivamente. “”Es clave disponer de un entorno global que aporte elementos de bienestar, pues la meta no es sólo añadir años a la vida sino también vida a los años”, concluye Borrás.