No olvides limpiar tu lengua

La técnica más idónea para realizar una adecuada limpieza es llevar a cabo un leve raspado con el objetivo de retirar la mayor parte de los restos de comida y placa bacteriana

La lengua es una de las zonas de nuestro organismo en las que más bacterias se acumulan sin ser conscientes de ello. Podemos afirmar que la lengua resulta una parte fundamental de nuestra boca. Gracias a ella podemos realizar diversas funciones como son la masticación y deglución de los alimentos, mantener una conversación e incluso disfrutar del sentido del gusto. Ya sólo con estos ejemplos, debemos darnos cuenta de la importancia que debe tener su cuidado. Pero, ¿qué puede ocurrir si no realizamos una correcta limpieza de la lengua? La superficie de la lengua presenta una textura rugosa, esos pequeños surcos son el lugar perfecto donde los restos alimenticios se acumulan permitiendo que allí aniden bacterias y cándidas, las cuales pueden llegar a producir serios problemas de salud como la aparición de caries, infecciones y la vergonzosa halitosis o mal aliento. En la lengua, además, se manifiestan muchas enfermedades como los déficits vitamínicos, lique plano, leucoplasias... La técnica más idónea para realizar una adecuada limpieza es llevar a cabo un leve raspado con el objetivo de retirar la mayor parte de los restos de comida y placa bacteriana que se acumulen sobre ella. Existen dispositivos como el limpiador lingual o las cerdas de un cepillo dental (la primera opción sería las más correcta). La limpieza debe llevarse a cabo con movimientos sutiles (evitaremos así tener la sensación de posibles arcadas) y siempre desde la parte central hacia el exterior arrastrando hacia fuera y terminando con un enjuagado bucal (puede ser mediante colutorio o agua). Pero, ¿cómo podemos comprobar la correcta limpieza? El color de la lengua en condiciones normales debe ser rosado, será predominante en aquellas que estén limpias. Pero si presenta un color blanquecino o amarillento es que no. Hay que tener cuidado con las tinciones que algunos enjuagues bucales pueden producir en la superficie lingual. Cuando este antiséptico se utiliza de forma prolongada puede verse una lengua de coloración oscura.

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