Pacientes
Primer biológico contra el tumor de cérvix
Este cáncer femenino, que afecta a mujeres en edad fértil, entre los 35 y 50 años, estrena novedad terapéutica tras décadas sin avances importantes
Este cáncer femenino, que afecta a mujeres en edad fértil, entre los 35 y 50 años, estrena novedad terapéutica tras décadas sin avances importantes
Hacia varias décadas que en el tumor de cérvix avanzado las opciones terapéuticas estaban estancadas y las pacientes no llegaban a superar unas tasas de éxito superiores al 10 o 12 por ciento. Con la luz verde a bevacizumab (comercializado por roche como Avastin, llega el primer tratamiento biológico, que unido a la quimioterapia consigue reducir hasta un 30% la mortalidad y elevar la supervivencia de 12 a 17 meses. «Antes del Avastin, las pacientes podían ser tratadas con la combinación o bien cisplatino más paclitaxel, o paclitaxel más topotecan con una tasa de éxito limitada», explica Lucas Minig, jefe de Servicio de Ginecología en la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (FIVO).
La indicación autorizada es en combinación con quimioterapia, bien paclitaxel más cisplatino, o bien paclitaxel más topotecan (si la paciente no puede recibir platino) en mujeres con cáncer persistente, recurrente o metastásico. Esta combinación ha mostrado incrementar una tasa de supervivencia que en este tumor difiere de forma sustancial según la fase en la que se detecte: en fase inicial se estima que el 90 por ciento sobrevive a los cinco años; una cifra que baja al 15-20 por ciento cuando el tumor se ha diseminado en el momento del diagnóstico.
Antecedentes
Bevacizumab ha sido el primer tratamiento antiangiogénico aprobado para un proceso oncológico, el primero, por tanto, en demostrar los beneficios de actuar sobre la angiogénesis, proceso a través del cual el tumor induce la creación de nuevos vasos sanguíneos que le permiten seguir creciendo. El Ministerio de Sanidad acaba de aprobar la financiación para su uso en el SNS tratamiento para el cáncer de cérvix, del que se detectan anualmente en España más de 2.500 casos. Este fármaco actúa bloqueando un elemento esencial en este fenómeno: el receptor del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés). Para Ana Oaknin, oncóloga del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y vicepresidenta del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), «la angiogénesis juega un papel altamente relevante en cáncer de cérvix, estando implicada en su desarrollo desde el mismo momento en que se produce la infección por el VPH y constituye un factor de mal pronóstico».
La autorización se ha basado en los datos del estudio fase III GOG-0240 en el que España ha sido el único país europeo que ha participado, con 7 hospitales y 18 pacientes. Una investigación del Grupo de Oncología Ginecológica (GOG), que ha contado con el apoyo del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU (NCI). El estudio cumplió su objetivo primario al demostrar un aumento estadísticamente significativo de la supervivencia entre las mujeres tratadas con el biológico.
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