Estados Unidos
Un embarazo complicado puede dejar huellas en el corazón
Las mujeres que sufren complicaciones durante el embarazo pueden tener mayor riesgo de morir por enfermedad cardiaca más adelante en la vida que aquellas con embarazos sin complicaciones, según un nuevo estudio que se publica en ‘Circulation’, la revista de la Asociación Americana del Corazón.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la causa número 1 de muerte de las mujeres estadounidenses, con 399.503 mujeres que murieron por enfermedades cardiovasculares en 2013, según la Asociación Americana del Corazón. Las ECV también son la causa principal de muerte entre los hombres estadounidenses.
Los investigadores analizaron los datos de ‘Public Health Institute’s Child Health and Development Studies’ (CHDS), en el que participaron 15.528 mujeres embarazadas en el área metropolitana de Oakland, California, Estados Unidos, desde 1959 hasta 1967. A partir de 2011, 368 mujeres (con una media de 66 años de edad) habían muerto de ECV.
Los científicos de este trabajo confirmaron varias complicaciones en el embarazo asociadas con las enfermedades cardiovasculares detectadas en otros estudios (preeclampsia, parto prematuro y bebés pequeños para la edad gestacional del parto), pero también detectaron que la preeclampsia en el embarazo temprano predice fuertemente la muerte prematura por ECV antes de los 60 años.
Asimismo, estos expertos detectaron que el riesgo de muerte por ECV se incrementó significativamente por la combinación de eventos durante el embarazo: 7,1 veces cuando la madre tenía presión arterial alta preexistente (diagnosticada hasta 20 semanas de embarazo) y un parto prematuro.
El riesgo de fallecimiento por enfermedad cardiovascular fue también 5,6 veces más elevado cuando la mujer embarazada padecía hipertensión preexistente y preeclampsia (caracterizada por presión arterial alta y alto nivel de proteínas en la orina); 4,8 veces superior cuando había hipertensión preexistente y tamaño del bebé pequeño para la edad gestacional, y 5 veces más riesgo cuando la mujer presentaba hipertensión gestacional y parto prematuro.
Los investigadores también identificaron dos nuevas complicaciones en el embarazo que predisponen a las mujeres a la muerte por ECV: 4,2 veces con glucosuria en la orina, o altos niveles de azúcar en la orina, y 1,7 veces en el caso de descenso de la hemoglobina, una medida de la capacidad de las células rojas de la sangre para transportar oxígeno por todo el cuerpo.
La glucosuria y la disminución de la hemoglobina son dos nuevas complicaciones en el embarazo identificadas por los investigadores, que también ponen a las mujeres en riesgo de enfermedad cardiovascular. «El embarazo es realmente una prueba de esfuerzo para el sistema cardiovascular», afirma la doctora Barbara A. Cohn, autora principal del estudio y directora del CHDS en Berkeley, California.
«Estos factores de riesgo, que están en el registro de salud del paciente, deben llevar a los médicos a hablar con estas mujeres acerca de las maneras de reducir su riesgo de ataque cardiaco y otras enfermedades cardiovasculares», subraya esta investigadora.
Los autores también revelan un resultado inesperado: la presión arterial alta que se desarrolló después de las 20 semanas de embarazo se asoció con ECV sólo en las mujeres afroamericanas. Las afroamericanas, que constituían el 22 por ciento de la población de estudio, tenían 1,7 veces más probabilidades de morir de patologías cardiovasculares, mientras que las mujeres blancas, asiáticas e hispanas presentaban mayor riesgo de hipertensión gestacional.
No obstante, el embarazo representa sólo una instantánea de la salud y la vida de una mujer en un momento determinado. Durante el embarazo, las mujeres recibieron atención administrada por un sistema hospitalario bajo los protocolos de tratamiento más exigentes y los investigadores ajustaron factores como el tabaquismo, el peso corporal, la educación y la ocupación.
Después de que las mujeres tuvieran a sus bebés, su acceso a sistemas sanitarios y el estado de salud general pueden haber variado porque los médicos cambiaron, se mudaron o sus vidas son diferentes por otras cuestiones. A pesar de esta limitación, Cohn cree que el estudio logró el objetivo de definir a aquellas mujeres con mayor riesgo de muerte por ECV según las complicaciones del embarazo para que puedan recibir atención preventiva antes y más intensa.
«Una de las cosas maravillosas acerca de la medicina cardiovascular es el enorme progreso que se ha hecho en la prevención de la muerte en hombres y mujeres -destaca--. Estas complicaciones del embarazo son señales de alerta que indican los factores de riesgo
a los que prestar atención que se pueden controlar».
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