Cáncer
Una «sala blanca» para elaborar vacunas contra el cáncer de próstata
Es una estancia específicamente ideada para obtener niveles de contaminación mínimos o nulos por parte de microorganismos o partículas para poder elaborar medicamentos de terapia avanzada.
Un equipo de oncólogos del hospital Quirónsalud de Torrevieja trabaja en un pionero laboratorio esterilizado, más conocido en el ámbito sanitario como 'sala blanca', para conseguir una vacuna contra el cáncer de próstata, a partir de células dentríticas. Esta innovadora 'sala blanca', que ha entrado en funcionamiento esta misma semana, está especialmente diseñada para la fabricación de tratamientos específicos de inmunoterapia en pacientes por parte de un equipo oncológico que dirige Antonio Brugarolas, ha informado a Efe Quirónsalud.
Bajo estrictos criterios internacionales de calidad GMP ('Good Manufacturing Practices'), se trata de una estancia específicamente ideada para obtener niveles de contaminación mínimos o nulos por parte de microorganismos o partículas para poder elaborar "medicamentos de terapia avanzada". Eso se consigue controlando al máximo parámetros ambientales como las partículas en aire, la temperatura, el flujo de aire, la presión interior y la iluminación mientras que, además, los operarios que acceden visten trajes estériles para evitar la contaminación de la sala, incluyendo gorro, mascarilla, mono de trabajo, guantes y calzas.
Entre los medios dispuestos para garantizar esta asepsia, por ejemplo el aire que entra en el laboratorio es estéril ya que ha sido filtrado con equipos especiales para eliminar partículas en suspensión y microorganismos y se renueva completamente varias veces por hora para no acumular polvo. La zona de producción y los vestuarios de acceso se mantienen en una escala de presiones decreciente entre cada estancia y el exterior, de forma que cuando se abren las puertas el aire siempre sale y no puede entrar desde fuera.
Del mismo modo, las paredes están recubiertas de resina fenólica y los rincones son redondeados para evitar acumulaciones de suciedad, y en el interior de la sala no existen tomas de agua ni desagües ya que suelen ser un foco de contaminación microbiana. Según Quirónsalud Torrevieja, la entrada y salida de materiales y reactivos se realiza a través de esclusas presurizadas distintas a las del personal, y de este modo se evita una posible contaminación cruzada de los productos fabricados en la sala.
El equipo de Brugarolas ha iniciado la producción de células dentríticas (del sistema inmunitario) obtenidas a partir de la propia sangre del paciente en neoplasias (masas anormales de tejido) avanzadas como el cáncer de próstata metastásico.
Estas células "demuestran de manera consistente que es posible conseguir una reacción inmune específica contra el tumor", según Brugarolas, quien ha señalado que además de este tipo de cáncer, "en la hoja de ruta de la nueva 'sala blanca' se prevé trabajar en la obtención de vacunas para el tratamiento de pacientes con melanoma y cáncer de mama". Según los directores del proyecto de inmunoterapia de la 'sala blanca', Manuel Sureda y Belén Valenzuela, "desde el punto de vista clínico se ha demostrado que estas vacunas contra el cáncer son una estrategia terapéutica segura, bien tolerada y que no genera respuesta autoinmune".
Valenzuela ha explicado que la inmunoterapia es "una modalidad de tratamiento oncológico que utiliza el sistema inmunológico para combatir el cáncer"ya que aprovecha que las células dendríticas son las que presentan las sustancias que dan lugar a reacciones de defensa "más potentes"que se conocen. De esta manera, las vacunas con estas células tienen la capacidad de activar y hacer proliferar los linfocitos "T citotóxicos" para reconocer y eliminar las células tumorales, además de interactuar directamente con distintos tipos en el microambiente tumoral y favorecer la respuesta.
La fabricación de estas vacunas contra el cáncer de próstata comprende distintos pasos, todos ellos dentro de 'sala blanca', donde también se podrá desarrollar terapia con células madre mesenquimales (MSC) con utilidad en enfermedades cardiovasculares, hepáticas, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, e, incluso, la regeneración del cartílago articular.
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