Una técnica poco invasiva soluciona la estenosis aórtica

TAVI está indicado en aquellos pacientes que tienen una válvula demasiado estrecha para bombear sangre de manera eficaz y que no pueden optar a una cirugía abierta

La estenosis aórtica es la patología en la que la válvula aórtica de una persona no se abre y se cierra correctamente, provocándole fatiga, dolor de pecho y mareos. La severa no se puede tratar con medicación. Para los pacientes que sufren esta enfermedad es necesario someterse al remplazo de la válvula aórtica por una nueva. Pero no todos pueden someterse a una cirugía abierta. A día de hoy, los pacientes que no pueden optar a una cirugía abierta por edad o por estar previamente enfermos, pueden acceder a un nuevo procedimiento mínimamente invasivo llamado reemplazo de válvula aórtica mediante tecnología transcatéter o TAVI (Transcatheter Aortic Valve Implantation). Gracias a este nuevo procedimiento, este tipo de paciente «tiene a su alcance una nueva vía de tratamiento que ofrece muchos beneficios», señala el Dr. Carlos Macaya. Un procedimiento mínimamente invasivo que requiere una anestesia general no profunda y que a través del cual se realiza una punción en la ingle por la que se introduce un catéter en el cuerpo que será el encargado de transportar la nueva válvula que sustituirá a la válvula aórtica enferma.

Para la realización de este procedimiento, el Hospital La Milagrosa ha puesto en marcha una nueva sala de Hemodinámica con tecnología de última generación, como el sistema de Angiografía Digital Phillips Allura Xper FD20 que permite un amplio rango de pruebas angiográficas, diagnósticas e intervencionistas para la coronariografía, ventriculografía, aortografía y electrofisiología. Tiene ciertas ventajas que ofrece al paciente:

- Tiempo de recuperación más corto, uno o dos dias.

- Mínimamente invasiva, no precisa de incisión en el pecho.

- Menos dolorosa que la cirugía abierta convencional.

- Supone una opción para salvar la vida a pacientes de alto riesgo.

En la estenosis aórtica, la válvula aórtica no se abre completamente. La válvula es entonces demasiado estrecha para bombear sangre de manera eficaz, debido a una acumulación de calcio, a altos niveles de colesterol o a un defecto de nacimiento. «Esto hace que el corazón tenga que trabajar más de la cuenta, lo cual puede debilitar el músculo cardíaco y hacerlo más susceptible al fallo cardiaco», explica el doctor Carlos Macaya, nuevo jefe de Servicio de Cardiología del Hospital La Milagrosa de Madrid y presidente de la Fundación Española del Corazón. Se calcula que por encima de los 80 años de edad, hasta un 7 por ciento padece de estenosis aórtica de mayor o menor gravedad. Cuando los síntomas comienzan a aparecer, el pronóstico a medio plazo es grave si no se realiza tratamiento quirúrgico adecuado.

Las válvulas cardiacas

Entre las enfermedades cardiovasculares más relacionadas con el envejecimiento se encuentran estas afecciones de las válvulas cardiacas. El corazón tiene cuatro válvulas. Normalmente, estas válvulas se abren para que la sangre fluya a través o hacia afuera del corazón y luego se cierran para impedir que vuelva en dirección contraria. Pero algunas veces, no funcionan adecuadamente. La válvula aórtica es la encargada de separar el corazón y la aorta, que es la principal arteria que lleva sangre fuera del corazón; se abre para que la sangre fluya hacia fuera y se cierra para impedir que la sangre regrese al corazón.

Las enfermedades cardiovasculares suponen el 30 por ciento de las muertes en todo el mundo, lo que las colocan como la primera causa de mortalidad en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas enfermedades pueden darse por diferentes causas, como posibles alteraciones genéticas y hábitos de vida inadecuados como una dieta no equilibrada, falta de actividad física y consumo de tabaco. Por otro lado, el envejecimiento del organismo es también causante de enfermedades cardiovasculares, y este componente se incrementa con el envejecimiento progresivo de la población.

Cómo realizar el método

Se ofrece a pacientes que no se pueden operar o que sí, pero el riesgo quirúrgico es muy elevado, porque tienen una edad muy avanzada y/o problemas asociados en otros órganos del cuerpo. No todos los pacientes con estenosis aórtica severa son candidatos para someterse a ello. En algunos pocos pacientes, existen una serie de condicionantes que impiden la aplicación de este tratamiento como son aquellos con válvula aórtica no calcificada, o que tengan además una regurgitación aórtica severa o con enfermedad grave en la válvula mitral.