Barcelona

Una nueva técnica reduce las secuelas en las operaciones a fetos con espina bífida

Científicos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona han desarrollado una nueva técnica endoscópica, denominada fetoscopia, que ha conseguido operar a fetos entrando en el útero de la madre a través de dos pequeños orificios y corregir el defecto en la médula espinal del bebé. Los médicos, que han presentado hoy en rueda de prensa los resultados de las operaciones que han llevado a cabo con esta nueva técnica a las 20 semanas de gestación, han explicado que en 6 de las 9 pacientes intervenidas hasta ahora se ha logrado reducir la prematuridad, ya que los niños han nacido a término, mientras que con la cirugía abierta nacían a las 32 o 34 semanas de gestación.

Además, los cirujanos han destacado que con esta intervención fetoscópica, en la que sellan el defecto en la médula del feto con un parche especial llamado “Patch and Glue”, también han logrado reducir las secuelas de la enfermedad y disminuir las malformaciones. La jefa del servicio de Medicina Física y Rehabilitación y coordinadora de la Unidad de Espina Bífida, Ampar Cuxart, ha explicado que esta patología, que es un defecto en el cierre del tubo neural primitivo, se da en “el momento de la fase embrionaria en que se cierran las vertebras”.

La variante más grave y más frecuente de espina bífida es el llamado Mielomeningocele, que provoca déficit motor y sensitivo y anula el control de los esfínteres, lo que causa disfunciones urinaria, fecal y sexual. Cuxart ha dicho que siempre se da total libertad a las familias de interrumpir el embarazo o seguir adelante y operar durante éste o después del parto.

Los equipos médicos debían esperar al nacimiento para operar, pero a partir de 2011 son posibles las operaciones neonatales, en las que hay una mejor protección de la placa neural expuesta al líquido amniótico. Un estudio publicado en 2011 que comparaba el tratamiento de esta patología de forma neonatal y posnatal con la misma técnica les dio “seguridad para abordar un tratamiento tan arriesgado como éste en cirugía neonatal”, ha comentado Cuxart.

El doctor José Luis Peiró, que también es director en cirugía fetal endoscópica del Cincinnati Fetal Center, ha asegurado que aunque estos son unos “resultados preliminares, son muy alentadores” y ha destacado que el equipo investigan para simplificar la operación. Peiró también ha resaltado la importancia de trabajar entre profesionales de diferentes países, unir recursos e intercambiar conocimientos “para mejorar el futuro de estos niños en la medida de lo posible”.

La nueva técnica, menos invasiva para la madre y para el feto, reduce problemas serios como la hidrocefalia, problemas derivados de la malformación de Chiari II o problemas locomotores, que complican la vida de los afectados. Justo Muñoz, padre de María, una de las bebés tratadas en una cirugía abierta cuando era un feto, ha explicado hoy en la rueda de prensa “la gran coordinación entre todos los profesionales” y, junto a su mujer, ha animado a otros centros a seguir ejemplo del hospital catalán. Peiró ha lamentado que la falta de financiación es un problema. “La ventaja de Estados Unidos es la conciencia de mecenazgo, aquí no hay tanto esa cultura”, se ha quejado, y ha asegurado que si tuvieran más recursos podrían hacer más.