Bienvenido al siglo XXI, «RoboCop»

José Padilha firma un «remake» del clásico de 1987, con Alex Kinnaman y Abbie Cornish

Veintisiete años después que Paul Verhoeven estrenara «Robocop», vuelve a las pantallas una versión de este clásico de ciencia-ficción con el actor sueco Joel Kinnaman como el policía ciberhumano Alex Murphy, quien, tras un atentado, queda herido gravemente y la única manera de salvarlo es a través de la tecnología creada por la empresa Omnicorp, una multinacional que desarrolla vehículos y maquinaria al servicio de la seguridad. Dirigida por el brasileño José Padilha, la cinta se centra en el personaje de Alex Murphy, a quien Kinnaman dota de más emociones: «Cuando me lo propusieron la primera vez, rechacé la idea porque no me interesaba. Después me dijeron quién iba a ser el director y todo cambió. Había visto trabajos suyos y me fascinan. Tenía una visión muy particular de la historia, quería añadir un elemento político y filosófico y no quedarse sólo en el mero entretenimiento. Creo que ha conseguido un estupendo resultado», señala el intérprete. Padilha tenía claro cuál era el perfil que quería para encarnar al protagonista: «Necesitaba a un actor, no a una estrella de Hollywood para darle alma a las situaciones dramáticas que se plantean. Ésta es una versión más existencial en la que la idea del ser humano se confronta con la de la máquina a través de un hombre que al despertar descubre lo que ha perdido», explica el director.

Puro metal

La escena más complicada está clara para Padilha: el momento en que Alex Murphy abre los ojos y se da cuenta de que su cuerpo está cubierto por una armadura que le impide moverse: «He tratado de dotar al personaje de parte de mi personalidad, de interpretarlo desde mi perspectiva. Pedí, por ejemplo, que el visor no me cubriera la cara de manera permanente. No quería actuar sólo con mi mandíbula. Creo que es importante recordar que el filme original se rodó en 1987 y las fantasías sobre los robots eran entonces pura ciencia-ficción. Hoy ese mundo es una realidad que afecta a nuestras vidas. Las ideas se han convertido en dilemas morales y son esas cuestiones las que presenta la película», asegura. Padilha ha dado un tratamiento especial a la esposa del protagonista: «Vamos un paso más allá. También Murphy está más delineado, le vemos cómo comparte tiempo con su familia. Las dos caras, la de agente y la de padre, están presentes. Es precisamente la esposa, que interpreta Abbie Cornish, quien toma la decisión de convertir a Alex en un ciberagente». Y añade el nuevo «padre» de «Robocop»: «Yo me inclino hacia el hombre, pero me gusta la tecnología. Sin embargo, no quiero que los robots hagan nuestro trabajo».

Hombre de negro

Las diferencias entre el androide de finales de los ochenta y el que ahora llega a la pantalla en pleno siglo XXI son claras. La primera que salta a la vista es la que se refiere a la indumentaria, pues el protagonista de la primera y exitosa entrega vestía de plata (en la imagen inferior), mientras que el actual lleva un traje negro. También en esta entrega el protagonista parece que es capaz de recordar su pasado (así lo dice en un momento del filme), lo que no sucedía en la película de Verhoeven, que inspiró una serie de televisión, dos series animadas, videojuegos y hasta comics.