Jesús Fonseca
La senda del tigre
¿Alguna vez has sentido que no formas parte del rebaño, que tienes sentimientos que casi nadie comparte? ¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde decides tu vida, u otros la deciden por ti...?
Vuelve Fernando Salinero a tomarle el pulso a la vida, esta vez con una fábula sobre la libertad, como ya hizo en anteriores libros, en ese empeño suyo por entender lo difícil para traducirlo fácil. La senda del tigre, que es como titula esta divertida y aleccionadora fábula, busca la respuesta a un interrogante clave: ¿tú qué has elegido ser, oveja o tigre?
Si algo no busca con sus obras el autor de libros tan esclarecedores como ¿Por qué fracasan las empresas? o ¡No es una crisis! Es un cambio estructural, es organizar la vida a nadie. Al contrario: Fernando Salinero huye de certezas. Le seducen las preguntas y es a través de ellas, como deja que cada cual encuentre el camino.
Pero vayamos al grano. Esta es la fábula de una oveja que un día se da cuenta de que no forma parte del rebaño, porque descubre ella solita que la vida es mucho más de lo que le están contando. Y es así como descubre que ella puede tener un corazón de tigre, si es capaz de plantar cara y pelear por transformarse.
Escribe Fernando Salinero esta narración, como ya hizo en sus anteriores libros, desde la fuerza penetrante de un pensar y un sentir independiente y libre, muy libre. Insisto: al autor de La senda del tigre, no le gustan ni un pelo las soluciones teóricas. Prefiere no opinar demasiado y centrarse en lo que sucede.
Para Salinero resulta que, desde el momento en el que nacemos, «nos marcan, nos alinean, nos atenazan con cargas, compromisos y normativas». El planeta entero está parcelado, y si alguien quisiera vivir al margen de la porción que le ha tocado, lo tendría muy, pero que muy difícil. Nuestra sociedad ha desarrollado tantas ataduras, que muy pocos consiguen librarse de ellas. Una vez que eres pieza del engranaje, haces cuanto puedes para que no se derrumbe, por la cuenta que te trae.
Una fábula, en fin, que desentraña lo más perturbador del corazón humano, y nos enfrenta a la incertidumbre y la impostura cotidianas. Fernando Salinero ha escrito uno de esos libros muy cercanos a la vida, que acompañan, sacuden los adentros y, lo que más importa: avivan esa rebeldía tan necesaria para afrontar la vida sin ensoñaciones ni autoengaños, y desbaratar la constante conspiración de los idiotas y sus trapacerías.
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