¿Hacia un mundo sin papel moneda?

¿Ha llegado el momento de que los gobiernos de los países avanzados empiecen a eliminar gradualmente el dinero en efectivo? Esto se pregunta Kenneth Rogoff en su último trabajo, titulado Reduzcamos el papel moneda y editado recientemente por Ediciones Deusto.

El propio economista responde con una batería de argumentos a favor de ir reduciendo paulatinamente el papel moneda. A su juicio, el dinero en efectivo facilita una amplia gama de actividades delictivas, tales como el tráfico de drogas, el crimen organizado, la extorsión, la corrupción de funcionarios y cargos públicos, el tráfico de seres humanos y, por último aunque no por ello menos importante, el lavado de dinero.

Asimismo, en opinión de Rogoff, el papel moneda entorpece la política monetaria. Tras la reciente crisis financiera, los bancos centrales han sido incapaces de estimular el crecimiento bajando los tipos de interés por debajo de cero por miedo a que eso llevase a los inversores a abandonar las Letras del Tesoro y a acumular efectivo. Esta constricción ha paralizado la política monetaria en prácticamente todas las economías avanzadas y en el futuro puede convertirse en un problema recurrente.

Para evitarlo, Rogoff ofrece una propuesta para eliminar gradualmente el dinero en efectivo y aborda las cuestiones que surgirían durante la transición, desde los miedos sobre la privacidad y la estabilidad de los precios hasta la necesidad de proporcionar tarjetas de débito subsidiadas a los más desfavorecidos.

En este sentido, el plan de Rogoff consta de cuatro fases, a saber:

1. Hacer desaparecer gradualmente el papel moneda hasta que sólo queden los de 1, 5 y (quizá) 10 dólares, que siguen en circulación por un período indefinido y que a la larga se sustituyen por monedas de igual denominación.

2. Inclusión financiera universal mediante la entrega a todos los individuos por parte de los gobiernos de tarjetas de débito baratas o bien cuentas virtuales que puedan utilizar desde sus teléfonos móviles.

3. En lo referente a la privacidad, el marco regulatorio y legal debe desalentar la existencia de otros medios que permitan hacer pagos a gran escala y que puedan quedar al margen del control del gobierno.

4. Garantía de los gobiernos de la finalización en tiempo real, es decir, que las transacciones, o la mayoría de ellas, se realicen en tiempo real.

Cuatro fases que desarrolla en su texto con todo lujo de detalles para intentar que su propuesta, tanto en su concepto como en su implementación, sea lo más argumentada posible.