Así son los nietos de la Guerra Civil que migran de Venezuela a España

Por Noé Pernía - @noepernia

Miguel Blasco es el archivo de la memoria de su familia y atesora un pasado con datos que más nadie recordaría. Por ejemplo, conoce con exactitud el perímetro en Usera –hoy un barrio popular de Madrid copado por los inmigrantes chinos– donde pueda que aún yazcan los restos de su abuelo republicano, desaparecido durante un acto de guerra que se pierde en los fragmentos de la historia.

Sus padres ya fallecidos eran sobrevivientes del hambre y la pobreza de la Guerra Civil que migraron a Venezuela en búsqueda de pan, paz y trabajo, las mismas cosas que hoy buscan los venezolanos en otros países donde se los acoge. Miguel Blasco nació en Caracas, pero disfrutaba de sus vacaciones escolares en Madrid gracias al esfuerzo generoso de su familia que le pagaba los boletos aéreos. Y en esos ires y venires ha terminado por convertirse en un Jano bifronte mitad venezolano, mitad español.

Vivió en la parroquia de los inmigrantes europeos que llegaban con una maleta y una ristra de sueños, Candelaria, fundada por canarios cuando Caracas aún formaba parte de las posesiones ultramarinas del imperio español. Sus padres se establecieron allí, una zona urbana que hoy en el siglo XXI se parece a Canillejas o Vallecas, los enclaves obreros de la moderna Madrid.

El videorreportaje «Mi Norte es la Gente» que hoy les brindamos, es un homenaje a los emprendedores e inmigrantes porque Miguel Blasco es ejemplo de que no hay edad para comenzar de nuevo. Nos cuenta su historia agradecido con el país donde nació y creció, luego con el de sus padres –que también es el suyo– y donde ha echado raíces de nuevo.