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Alarmados por los divorcios
El Estado Islámico (EI), como ya hemos contado en este blog, debe tener un serio problema con la estabilidad de los matrimonios, en especial en los celebrados entre combatientes de origen árabe y ciudadanas occidentales. No es un problema menor sobre todo en tiempos de conflicto bélico ya que añade a los que conlleva la guerra los de carácter personal, que hacen que la moral del moujahidin se quiebre porque está pensando en asuntos personales y no se concentra en los relativos a su presencia en el campo de batalla.
El problema ha debido adquirir unos tintes que han alarmado a los cabecillas del EI hasta el punto de redactar un extenso mensaje dirigido a esos matrimonios en el que, como primera providencia, se reconoce que Alá “ nos hizo imperfectos y falibles, una de las razones por las que ningún hogar está completamente libre de problemas familiares”.
Si hacemos caso a lo que escriben los cabecillas yihadistas, todo ha empezado (lógico en un “ejército” que no hace sino cosechar derrotas) en los chismes y rumores que tanto ellas como ellos cuentan fuera del ámbito matrimonial y que suelen conducir al divorcio en una cifra que no se cita pero que debe ser alarmante-
“Algunos cónyuges --sean hombres o mujeres-- no tienen cuidado cuando se trata de exponer cosas de sus hogares mediante chismes y conversaciones ociosas. A menudo encontramos esposos hablando de los problemas que ocurren con sus sus esposas en reuniones privadas y públicas. Y también a esposas que hacen lo mismo”.
Alá dijo: “No espíen ni se muerdan unos a otros. ¿A alguno de ustedes le gustaría comer la carne de su hermano (...) Esto no excluía a los esposos”.
“La mayoría de los que escuchan los chismes disfrutan por su curiosidad (...) ¡si algunos de ellos sólo se limitaran la escucha! Algunas mujeres se apoyan en esta mala conducta. Cuando una se queja contra su marido, algunas les incitan, les provocan y les explican el procedimiento para el divorcio para casarlas con
otros”.
“Toda mujer musulmana debe recordar que cualquier desprecio de su hermano o hermana musulmán mediante la difamación está prohibido, uno de los mayores pecados”.
Y sin embargo, algunos maridos exponen los secretos de su relación con su esposa como si quisiera quitar su velo delante de otros hombres. Esto es evidencia una falta de virilidad. Sólo un tonto hace tal cosa”.
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