Secuestrar cristianos

El Estado Islámico (EI) recomienda a sus “combatientes”, en un reciente escrito, que secuestren a cristianos (en especial a los coptos de Egipto, porque los tienen más “a mano”) con el fin canjearlos por presos yihadistas. Esta estrategia ha de realizarse cuando sea posible ya que lo que prima es matarlos y destruir sus templos.

Los cabecillas del EI están convencidos de que sus enemigos negociarán ya que las almas cristianas son valiosas para ellos, y los responsables de las “naciones de los cruzados (cristianos) intentarán evitar su muerte”, sobre todo de cara a la opinión pública.

El cualquier caso, se recuerda que los cristianos somos “malditos llamados a terminar en el infierno” por no abrazar la religión musulmana. Enfatizan que es absolutamente mentira que podamos ir al cielo sin abrazar antes el Islam.

Expertos antiterroristas llaman la atención sobre la creciente difusión de mensajes contra los cristianos desde el mundo yihadista, para convertir sus actividades criminales en una “guerra de religión”. El hecho de que los ataque se centren en los coptos se debe a que las unidades que tiene en Egipto, en especial en el Sinaí, son más operativas. Sin embargo, esos mensajes van destinados a todos los “combatientes”, a los que atacan como “actores solitarios” (pero que están perfectamente coordinados con sus responsables, como ha quedado demostrado) o a sus células que se esconden en occidente.

La tolerancia de las sociedades cristianas, que va buscando el abrazo con los musulmanes, como demostró el Papa Francisco en su reciente viaje a Egipto, obtiene por parte del yihadismo la respuesta de la barbarie y el fanatismo. Ser asesinado por profesar una religión demuestra, como el título de este blog, que nos quieren llevar a determinadas épocas oscuras de la historia, en concreto del siglo vii.