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Aeropuertos, satélites, parlamentos y latas de conserva

Aeropuertos, satélites, parlamentos y latas de conserva
Aeropuertos, satélites, parlamentos y latas de conservalarazon

Aeropuertos, satélites, parlamentos y latas de conservas. Así, a bote pronto, la combinación de estos elementos parece extraña. Pero como en el “País de las Maravillas” todo es posible, esta semana se ha producido esta curiosa agitación de ingredientes que al final ha resultado fallida, uno de esos maridajes inverosímiles de nueva cocina pasada de vueltas y soberbia.

En mi rinconcito de Ponent no nos libramos en su momento de la fiebre de las infraestructuras faraónicas. Con el argumento de “los de Lleida nos lo merecemos” el tripartito gobernante de la Generalitat allá por el 2004, PSC/ERC/ICV, decidió ubicar un aeropuerto en Alguaire. Entonces se afirmó que la instalación tendría medio millón de pasajeros anualmente, que se generarían quinientos empleos directos, unos seiscientos y pico indirectos y que sería rentable en apenas cuatro años. Y todo por una módica cantidad de noventa millones de euretes, sobrecostes incluidos.

Como les imagino ya con la risa floja puesta, seré breve y simplemente les daré unas cuantas cifras frías y sangrantes... Solo se ha conseguido una media de treinta mil viajeros año, los vuelos están fuertemente subvencionados vía inversión publicitaria turística, y los trayectos más exitosos han sido los paquetes de esquí con destino a Andorra y en mantenimiento nos dejamos la friolera de tres millones de euros anuales.

Estando así las cosas, el tema es intentar encontrar huecos de mercado que sirvan para diferenciar un paquete de productos que pueda competir con otros aeropuertos de similares características, porque con los grandes es imposible.

Uno de los proyectos más curiosos, y que podría haber sido un buen revulsivo para Alguaire, era el de una empresa española, Celestia Aerospace, especializada en satélites artificiales en miniatura tipo CubeSat, de masa inferior a kilo trescientos y volumen de un litro. Celestia tiene previsto lanzar estos satélites desde un MIG 29, un avión militar de fabricación rusa, adaptado para lanzar los nano satélites adosados a misiles Arrow desactivados. Las tres ubicaciones que esta empresa barajaba para su actividad eran los aeropuertos de Lleida Alguaire, el de Castellón y el de Teruel.

Precisamente el de Lleida Alguaire les atraía por la baja actividad comercial.

Bien, pues prácticamente se nos ha descartado como base de lanzamiento porque el Parlament catalán aprobó el pasado 14 de julio una moción presentada por la CUP (como no) en la que se negaba la posibilidad de conceder ayudas a la investigación y al desarrollo en el sector Defensa.

Así que Celestia, que tiene proyectos atados por valor de cuatro millones de euros, se irá con sus nano satélites y su MIG 29 a otra parte, seguramente a Teruel porque a nuestros exquisitos diputados de la CUP, Catalunya Si que es Pot y Junts pel Si les repele todo lo que tenga que ver con ejércitos, defensa y todas esas cosas tan rancias y tan fachas. Habría que preguntarles si usan el GPS para no perderse camino de casa, el microondas para calentarse la leche, los ultrasonidos para monitorizar gestaciones, el vidrio laminado del parabrisas de sus coches o si comen sardinitas y mejillones en lata.... Todos ellos inventos surgidos de lo bélico.

Así que ya saben, mejor nos volvemos al fuego y el palo y que inventen, patenten y generen inversión y puestos de trabajo en otra parte, que aquí nos va muy bien manteniendo infraestructuras carísimas para que los turistas ingleses esquíen en Andorra.