La burda manipulación de la Historia por la izquierda radical

Por Luz Trujillo

El descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492, bajo el reinado de los Reyes Católicos es el hecho histórico de más transcendencia y con más carácter de universalidad de todos los tiempos, y un motivo de conmemoración que los españoles hemos celebrado un año más.

No así la izquierda radical populista de corte marxista que, en su afán enfermizo por manipular la historia propia y ajena, arremete contra la Fiesta Nacional tachándola como la conmemoración del genocidio perpetrado en América por los españoles. Lo que no cuentan los propagandistas antiespañoles por ignorancia consentida e interesada es que los monarcas españoles no conquistaron el Nuevo Mundo a cañonazo limpio.Isabel la Católica se preocupó desde el primer momento por los derechos de los indios, así consta en su Testamento: “Y no consientan ni den lugar que los indios reciban agravio alguno en sus personas y sus bienes, más manden que sean bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido, lo remedien”. Esto reafirmaba el decreto que dictó en el año mil quinientos prohibiendo la esclavitud; aquellas normas serían el punto de partida de las llamadas Leyes Indias que recogen, entre otros, los siguientes derechos: la prohibición de injuriarlos o maltratarlos, la obligación de pagarles salarios justos, su derecho al descanso dominical, la jornada laboral máxima de ocho horas y un grupo de normas protectoras de su salud, especialmente la de mujeres y niños.

Es evidente que aquello no fue un camino de rosas.Todo proceso de colonización se realiza a través de una conquista, pero es una falsedad basada en una Leyenda Negra alentada por ingleses, franceses y holandeses —entre otras cosas por no ser ellos quienes descubrieron el Nuevo Mundo—, que los españoles cometieran un genocidio con los indios; muy al contrario el progreso y la culturización de América llega con los españoles, empezando por la evangelización cristiana que desterró los terribles ritos indígenas de sacrificios humanos y el canibalismo. Se fundaron veintitrés Universidades, algunas tan prestigiosas como la Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, la San Marcos en Perú y la Real y Pontificia Universidad de México; llevamos las Ciencias, el Derecho y lo más importante que en la actualidad une a más de quinientos millones de personas: la lengua de Cervantes, el español.

La izquierda radical odia todo esto porque la cultura y el conocimiento son inherentes a la libertad. Su revisionismo histórico lo utilizan a conveniencia pasando por alto sucesos como el genocidio que llevó a cabo Stalin, “padrecito” de la ideología que ellos abrazan y que las sociedades libres repudian, o que Manuel Azaña en 1938 creó por decreto el Premio España: “El próximo día doce de Octubre, Fiesta de la Raza Española, no ha de pasar desapercibido por nuestro pueblo”.

La realidad es que para la izquierda radical, cuyo objetivo final es la ruptura de España, la fecha sólo es una excusa para la consecución de sus fines.