Sucesos

52 luces

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Cuatro en Estados Unidos, 4 en México, 1 en Nicaragua, 2 en Colombia y en Brasil. Uno en Eslovaquia, en Libia, en Turquía y en Somalia. Dos en Israel y 3 en la República Centroafricana y en Yemen. Nueve en el conflicto de Siria, 13 en Afganistán y 5 más en India. Son 52 los periodistas asesinados o que han perdido la vida en el ejercicio de su profesión y en defensa de la libertad de expresión durante 2018. Aún no ha terminado el año, pero la revista Time ha elegido como Person of the year a los periodistas que han fallecido, o son perseguidos y encarcelados en las cárceles de los autoritarismos, o silenciados en los sistemas iliberales. Jamal Khashoggi, asesinado por el régimen saudí, o por orden de alguien dentro de él, encabeza una de las portadas. Junto a Maria Ressa, perseguida por el siniestro Presidente Duterte en Filipinas y acusada de publicar fake news en su revista digital Rappler y de evadir impuestos. Junto a las esposas e hijos de los dos periodistas de Reuters encarcelados en Myanmar por informar sobre las atrocidades del régimen contra la minoría Rohingya. Junto a Dulcina Parra, reportera en Sinaloa, secuestrada en 2009 por destapar la corrupción y las amenazas que ejercen los cárteles de la droga. Junto al editor turco del periódico Cumhuriyet, Can Dündar, exiliado en Berlín. Junto a Amal Habani, periodista freelance, famosa por sus coberturas sobre las violaciones de derechos en Sudán, censurada y detenida en 15 ocasiones. Junto a Nguyen Ngoc Nhu Quynh, Mother Mushroom, la bloguera vietnamita sentenciada a diez años de cárcel por criticar al Partido Comunista....

En la Universidad Europea de Madrid estamos comprometidos con estos datos y con estas víctimas. Con la profesionalidad y el riesgo con el que cientos de periodistas y medios de comunicación defienden y luchan por la libertad de expresión e información. Este año 2018 celebramos la X edición del seminario que titulamos Periodismo al Límite para abordar las cuestiones sobre el cómo y el dónde se producen estas situaciones y quiénes son los profesionales que cubren estos conflictos e informan de las violaciones de derechos que acontecen cotidianamente a lo largo y ancho del mundo, en sociedades y sistemas deficitarios de libertades y canales de comunicación plurales. Antonio Pampliega, freelance español secuestrado por Al Qaeda en Siria y Mariela Rubio, periodista especializada en Defensa de la cadena SER, antiguos estudiantes de Periodismo en nuestras aulas, contaron este otoño sus experiencias en este foro dirigido por el profesor Fernando Ávila. En 2019, la facultad de CC. Sociales y de la Comunicación volverá a estar al frente de la reflexión académica y de estas denuncias durante la Semana de la Comunicación que cumplirá en marzo su XXV aniversario.

En Noviembre la revista The Economist publicaba su número, también anual, sobre las perspectivas globales para 2019. Y en ese prestigioso exponente del encuentro de ideas y reflexiones con el máximo interés económico y político, el psicólogo norteamericano Steven Pinker se refería en el artículo “Follow the trendlines” al riesgo que suponía el dejarse llevar por el mundo conflictivo descrito por los medios de comunicación, en su afán por denunciar lo denunciable y no por reconocer lo encomiable: “follow the trendlines, not the headlines”, concluía el brillante autor de Los Ángeles que llevamos dentro y del más reciente: Enlightment Now: The Case for Reason, Science, Humanity and Progress. El investigador de Harvard coincide en ambos libros en reforzar la idea, que comparto, de que a partir de la Ilustración, el progreso ha reducido la violencia y la crueldad y ha mejorado nuestras condiciones de vida en sociedad y nuestras perspectivas de futuro. Pero estos 52 fallecidos, a quiénes Pinker añora lamentando su pérdida como el que más, no han dedicado su vida a hablar sobre los éxitos de la modernidad porque han sido testigos del fracaso del progreso, y han visto las sombras que las luces de la Ilustración no ha sido capaz de alumbrar.