Cuanto mejor, peor, así es la izquierda

Los datos económicos que vamos conociendo semana tras semana ponen de manifiesto el éxito de las políticas económicas del Partido Popular a nivel nacional y regional. En los últimos días se han publicado el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre creación de sociedades mercantiles y los resultados de la Institución Ferial de Madrid (IFEMA), ambos referidos al ejercicio 2017.

La creación de empresas es trascendental para lograr prioridad del Gobierno de Cristina Cifuentes, que es la lucha contra el paro, puesto que el empleo se crea fundamentalmente por el sector privado -empresas, emprendedores y autónomos- y no por el sector público, como pretenden equivocadamente los partidos de izquierda.

Los datos de creación de sociedades mercantiles en 2017 que ofrece el INE demuestran que las políticas del Gobierno Regional tienen éxito. Nuestra Comunidad creó más empresas en términos absolutos que ninguna otra región en 2017, pero lo más destacado es que la creación de empresas y los parámetros asociados a la misma -inversión y capitalización media- evolucionan por encima de la media nacional y, además, su peso respecto al total nacional es superior al tamaño de nuestra economía.

Madrid es la Comunidad con el mayor crecimiento interanual en 2017, un 2,6%, y es una de las tres únicas regiones que mejoran sus datos respecto a los de 2016.

El número de empresas creadas en 2017, superior a las 20.000, es el más alto de la última década y Madrid registra la primera posición en la inversión empresarial. Además, la capitalización media por empresa en Madrid, casi 60.000 euros, es superior en un 10% a la media nacional.

Finalmente, y como anuncié al principio, tanto el porcentaje de empresas creadas en Madrid (21,7%) como el porcentaje de inversión empresarial (23,9%) en relación al nacional, están por encima de nuestro peso en el PIB.

Las cifras están encima de la mesa y demuestran que el dinamismo de nuestras empresas y las políticas económicas del Partido Popular en Madrid son diferenciales con el resto de España y contribuyen a la plena consolidación de la recuperación económica de nuestro país y a una mayor creación de empleo.

También hemos conocido hace unos días los resultados de IFEMA en 2017. En ese ejercicio se celebraron 97 ferias, 10 grandes congresos internacionales y 567 convenciones y eventos empresariales, en los que participaron 31.051 empresas y tres millones de asistentes. Esta gran actividad generó unos ingresos de 118 millones de euros, un 21% más que en el año 2015, y un beneficio neto de 4,1 millones, que se ha triplicado.

El éxito de IFEMA es un buen indicador de la situación económica en general y del atractivo que tiene Madrid como comunidad propicia para acoger personas, negocios e inversiones. Además, pone de manifiesto la buena gestión que se desarrolla en esa institución ferial, que tiene más mérito si se tiene presente que no recibe subvenciones de las instituciones públicas y que no ha acudido al endeudamiento para financiar su actividad.

Frente a esto, el pasado miércoles conocimos que la edición 2019 de la feria Mobile World Congress podría abandonar Barcelona por la situación a la que los independentistas han llevado a esa ciudad.

Los buenos datos sobre creación de sociedades mercantiles, los resultados de IFEMA y todos los demás que vamos conociendo en Madrid, me preocupan como Portavoz Parlamentario por un motivo: son demasiados buenos.

La semana pasada vimos que el tripartito de izquierdas de la Asamblea de Madrid (PSOE, Podemos y Ciudadanos) no podía soportar el éxito de las políticas sociales del Gobierno Regional y que, de una manera lamentable, intentaba desmerecerlo reprobando al Consejero de Políticas Sociales. Sin duda, el mayor pecado del Sr. Izquierdo ha sido ser el Consejero de Políticas Sociales de la región con mayor progreso social de España y de todo el sur y el este de Europa, según la Comisión Europea.

Por eso me preocupan los excelentes datos que continuamente certifican el acierto de las políticas del Gobierno de Cristina Cifuentes, porque el Tripartito es capaz de emprender nuevas reprobaciones por pura táctica partidaria, llevando a cabo la política más vieja y rancia que se puede pensar. Al fin y al cabo en la Asamblea de Madrid no tenemos un tripartito de oposición, tenemos un tripartito de reprobación. Así es la izquierda, y su alfombra naranja: Cuanto peor, mejor.