Apuesta responsable en infraestructuras

El compromiso con el progreso se demuestra avanzando en la calidad de vida de los ciudadanos donde las infraestructuras cumplen un papel fundamental en su día a día. Desplazamientos, rapidez, intercambio económico, cultural y de todo orden dependen de la eficacia de esas infraestructuras y de su mejora y acondicionamiento continuo y en ello el Gobierno de España presidido por Mariano Rajoy está dando una muestra clara de su apuesta por la Comunidad Valenciana.

El viaje inaugural del AVE entre Madrid y Castellón de esta semana es un buen ejemplo. Supone una mejora (37 minutos menos se invierten en el trayecto, que serán menos cuando se complete el proyecto) y es una demanda ciudadana muy extendida y que también comparten los empresarios para contribuir a añadir valor a sus productos porque potencia el Corredor Mediterráneo.

Mariano Rajoy es la cara de esa inversión que, sin embargo, no es la única de tanta relevancia porque el presidente del Gobierno confirmó que para el próximo otoño estará licitada la continuación de la autovía A7 desde Vilanova d’Acolea hasta la localidad de La Jana. 434 millones de euros invertidos en 48 kilómetros que permitirán tener una alternativa gratuita completa a la AP-7.

Y digo que Rajoy es la cara porque el actual Gobierno valenciano en manos de PSPV y Compromís son, claramente, la cruz. Los nacionalistas decidieron no acudir a ese viaje inaugural del AVE a Castellón mostrando su perfil más sectario. Les molesta que sea el PP el que traiga bienestar a la Comunitat.

En el caso de la prolongación de la A7 para permitir a los ciudadanos tener una vía gratuita alternativa a la AP-7, para la que se paga peaje, ese desprecio se ha convertido en obstáculos. Y no puede ser calificado de otra forma la no emisión de un informe preceptivo por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, en manos de Compromís, y la poca diligencia del departamento de Ordenación del Territorio, en manos del PSOE.

Fue en abril del año pasado cuando Fomento solicitó el informe de viabilidad al departamento autonómico de Medio Ambiente para poder proseguir con el proyecto y nueve meses después siguen sin hacerlo. Resulta insultante, el retraso y, sobre todo, la excusa. Pidieron una prórroga “por coincidir la solicitud de informe con el periodo vacacional”. O sea que la Administración se va de vacaciones aunque eso suponga un menoscabo para los ciudadanos... una vergüenza.

El problema es que esas vacaciones se extienden ya durante nueve meses y Medio Ambiente sigue sin cumplir con su cometido, retrasando un proyecto del Gobierno de España que contribuye a vertebrar el interior de la provincia de Castellón (con el impacto que eso tiene en la mejora de la comunicación de las empresas del sector azulejero). Y también mejora esta infraestructura la conectividad con Aragón por carretera, que tiene una clara influencia en el sector turístico, ya que Castellón es una comunidad receptora de turistas de esta parte del país y de la zona norte.

La irresponsabilidad en este proyecto por parte de socialistas y sus socios de gobierno es imperdonable. De hecho la finalización del trazado que planteó el Gobierno autonómico del PP, cuando estaba al frente de la Generalitat, no ha sido posible hasta la fecha por el incumplimiento de José Luis Rodríguez Zapatero cuando era presidente de España.

Y es que la Generalitat sustentada por el PP acometió el trazado entre Almenara y Vilanova d’Alcolea (con el aeropuerto de Castellón), mientras que Zapatero no cumplió la parte del acuerdo que dejaba al Gobierno la responsabilidad de acabar el trazado entre Vilanova y el norte de Castellón. Ahora, es el Gobierno de España que encabeza Mariano Rajoy quien retoma ese compromiso fallido de los socialistas para beneficiar a todos los ciudadanos.

Los errores en la gestión –por desidia, por sectarismo o por falta de profesionalidad– es el sello del actual tripartito que sustenta al Gobierno autonómico y está sucediendo con las infraestructuras, como en el caso que analizamos, y también en el resto de áreas, algunas tan sensibles como sanidad o educación. Los ciudadanos deben saber quién se está preocupando por mejorar su calidad de vida y quienes están “de vacaciones” como quedó de manifiesto en la respuesta de la Consejería de Medio Ambiente al Ministerio de Fomento.

Ximo Puig y Mónica Oltra, mientras, no paran de llevarse a sus asesores y altos cargos de “retiro espiritual” en reuniones que no son operativas más allá de servir de ocio y esparcimiento a cargo del erario público. Lo trágico es que las necesidades de los valencianos siguen sin cubrirse y solo el Gobierno de España está siendo capaz de llevar a cabo inversiones en esta legislatura cubriendo el enorme hueco que el actual Ejecutivo autonómico esta dejando en su gestión y que provoca un retraso en la salida de la crisis de los valencianos.