El manifiesto constitucionalista

Mil personas firmaron en tres días el “Manifiesto en defensa de una alternativa política constitucionalista, regeneradora y reformista para el País Vasco” que redactamos Fernando Savater y un servidor: www.manifiesto.upyd2016.es. Entre otros centenares de ciudadanos comprometidos, lo firmaron Josu Puelles, Santiago González, Teo Uriarte, Manu Montero, Javier Tajadura, Carlos Fernández de Casadevante, Cristina Cuesta, Ernesto Ladrón de Guevara, Aurelio Arteta, Cayetana Álvarez de Toledo, Hermann Tertsch, Luis del Pino o Arcadi Espada.

En el manifiesto reivindicamos una alternativa política que defienda la igualdad de derechos y deberes en Euskadi y en toda España y que haga frente con argumentos y sin complejos al nacionalismo obligatorio, al populismo que quiere resolver los problemas con proclamas fantásticas y a los que siguen defendiendo la historia criminal de ETA para beatificar políticamente a quienes no tienen otro mérito político que ser herederos de ella. Una alternativa política que reivindique una educación abierta e ilustrada sin manipulaciones de ningún tipo, que promueva unos medios públicos de comunicación plurales y al servicio de toda la ciudadanía y que lleve a las instituciones medidas eficaces de regeneración de la democracia y de transparencia en la gestión del dinero público y contra la corrupción política, sea ésta visible o soterrada. Y no hablamos de palabras o declaraciones públicas sino de hechos y de medidas concretas.

Apuntamos en el manifiesto que creemos en el derecho a decidir, claro que sí, pero en el de todos los ciudadanos del Estado de Derecho con voz y voto sobre nuestra sociedad común; en cambio, no concedemos a nadie el derecho a decidir quién debe decidir y quién no respecto a lo que nos concierne a todos: las democracias no están formadas por “pueblos” o “tribus” sino por ciudadanos a los que pertenece por igual todo el espacio que comparten.

Planteamos una alternativa constitucionalista, progresista y laica, una alternativa decente que defienda la memoria de las víctimas del terrorismo e impida la tergiversación de la historia que algunos pretenden; una alternativa que defienda una educación abierta e ilustrada y una Euskadi moderna y avanzada, que favorezca el crecimiento económico y la igualdad de oportunidades y un futuro mejor para nuestros jóvenes. Señalamos en el manifiesto que estamos seguros de que un País Vasco plural y diverso, constituido por ciudadanos libres e iguales, colaborará activa y solidariamente en la resolución de los principales problemas del conjunto de España.

En mi opinión, estas son las ideas esenciales que deben ser defendidas realmente en el conjunto de España. Y en toda Europa. Y no es una batalla de semanas o meses la que nos queda sino de años. El nacionalismo y el populismo (y la mentira en política) son gravísimos problemas que tenemos que enfrentar con argumentos e ideas potentes, sin temor ni temblor, con convencimiento y dedicación continua, a corto, a medio y a largo plazo. Y en cada rincón de la Unión Europea.

El manifiesto surge como consecuencia de los problemas políticos y económicos que nos acechan y trata de señalar algunas posibles soluciones. Porque, como nos recuerda Fernando Savater, la pregunta no es qué va a pasar sino qué podemos hacer. Y queda todo por hacer y en primer lugar resolver ese mal que tiene bloqueado nuestro país en los tiempos actuales: que los principales partidos políticos españoles antepongan sus intereses partidarios a los intereses de los ciudadanos. Resolviendo ese, es probable que no resolvamos todos los problemas que nos acechan... pero la resolución de muchos de los principales sería mucho más sencilla.