Prevención
Incontinencia urinaria femenina: un problema muy común que tiene solución
Se entiende por incontinencia urinaria la pérdida involuntaria de orina que se puede demostrar de forma objetiva y que constituye un problema social e higiénico para la persona que lo padece. Se estima que en España 5,4 millones de mujeres lo padecen y por lo menos un 30% de las mujeres que lo padecen no consultan por este problema a su médico. Una de las razones es la consideración de que las pérdidas de orina son algo inherente al paso del tiempo y otra razón sería el sentimiento de vergüenza.
Las pérdidas de orina tienen un gran impacto negativo desde el punto de vista emocional (pérdida de autoestima) y social (aislamiento, abandono de algunas actividades). Afortunadamente, poco a poco, está existiendo mayor conciencia de que es un problema que requiere atención médica.
Tipos de incontinencia urinaria
Existen fundamentalmente tres tipos:
- Por una parte está la incontinencia urinaria de esfuerzo, que es la que se padece al toser, realizar cualquier actividad física y su origen sería fundamentalmente una debilidad del suelo pélvico siendo en la mayoría de los casos una incontinencia moderada. En este grupo y de manera menos frecuente tendríamos una incontinencia más severa que se asociaría a un problema intrínseco del esfínter.
- Por otra parte, existe la incontinencia de urgencia, una pérdida involuntaria de orina asociada a un repentino e intenso deseo miccional. Su origen se debe a una inestabilidad vesical siendo las causas múltiples.
.- Finalmente, la incontinencia urinaria mixta (de esfuerzo y de urgencia). la más habitual.
¿Qué abordaje terapéutico existe?
De forma general, en incontinencias urinarias de esfuerzo muy leves en algunos casos recomendamos rehabilitación del suelo pélvico. El objetivo de la rehabilitación es fortalecer el suelo pélvico y con este método se obtiene una mejoría clínica del 40-50%. El inconveniente es que supone una gran dedicación por parte de la paciente, es eficaz en grados leves de incontinencia urinaria y una vez que se abandonan dichos ejercicios la incontinencia urinaria vuelve.
En incontinencias urinarias de esfuerzo moderadas la indicación es en la mayoría de los casos quirúrgica.
Para la incontinencia urinaria de urgencia el tratamiento inicial es médico. Se trata de medicamentos que evitan las contracciones involuntarias de la vejiga. En casos resistentes al tratamiento médico se indica tratamiento con toxina botulínica intravesical con buenos resultados.
En algunos casos la incontinencia urinaria se asocia a descenso de órganos pélvicos (vejiga, útero o recto) siendo, según el grado, necesaria su corrección. La corrección se puede realizar mediante un dispositivo que se llama pesario (que se suele reservar a mujeres muy mayores o con alto riesgo quirúrgico) o bien una corrección vía vaginal o bien vía abdominal (corrección quirúrgica). La corrección vía abdominal mediante la realización de pequeños orificios (laparoscopia) tiene excelentes resultados.
¿Qué resultados ofrece la cirugía?
En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo sin descenso de órganos pélvicos la cirugía que más se aplica es la colocación de una malla libre de tensión por debajo de la uretra. Esta cirugía se suele realizar con anestesia raquídea y no suele prolongarse más de media hora. Habitualmente requiere ingreso de un día aunque podría prolongarse en caso de problemas de falta de vaciado después de la cirugía, que sucede en un pequeño número de pacientes. En pacientes en los que la indicación es correcta los resultados son muy buenos en la mayoría de los casos.
En el caso de la corrección de los órganos pélvicos la cirugía que realizamos suele tener una duración de 2 h y una media de ingreso de tres días. El procedimiento se realiza con anestesia general y el postoperatorio es generalmente muy bueno. La otra alternativa sería realizarlo vía vaginal siendo el procedimiento más corto y generalmente con anestesia raquídea. La cirugía abdominal es una cirugía de mayor entidad aunque generalmente los resultados a largo plazo son mejores mediante esta técnica (Colposacropexia).
Y en el caso de la incontinencia de urgencia, cuando el tratamiento médico no es eficaz y existe indicación administramos toxina botulínica intravesical. Es un procedimiento que se realiza con sedación y el paciente podría ser dado de alta el mismo día de la intervención. La desventaja de este tratamiento es que el efecto de la toxina botulínica es limitado y en la mayoría de los casos la paciente requiere tratamiento a los 12 meses. En este caso es muy importante que la indicación sea correcta porque en caso de una mala indicación los problemas para evacuar la orina se pueden prolongar durante meses.
Esta información ha sido realizada a partir de los comentarios de los doctores Aníbal Rincón, Abel Saiz y Alberto Martín-Marquina, urólogos del Hospital Quirónsalud Vitoria.
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