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Menorca

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Menorca es para mi, desde siempre, una isla mágica. Ya hace años encontré un libro que se titulaba así, “la isla mágica” y de ahí surgió una bonita historia afectiva entre la isla y yo, hasta el punto de hacerla mi personal refugio en los momentos duros de la vida.

Siempre me ha dado, magia, energía, cosas, sentimientos, afectos, conocimientos, y aunque yo he tratado de devolverlos ahí la cosa no ha podido ser, quizá también por la propia isla y su idiosincrasia.

Hace quince días me acerqué nuevamente por trabajo a Menorca para asistir a un congreso, sobre “Masonería Derechos y Valores Humanos”. Y allí, en la isla, me encontré con Fernando S. Gomila, que lleva 15 años ejerciendo como Policía Local en el municipio de Sant Lluís. Quizá, según “Nando” , este conocimiento del pueblo, así como la cercanía a los ciudadanos y familias que lo componen fue una de las circunstancias determinantes a la hora de que el equipo de Servicios Sociales de este Municipio depositara su confianza en el para ocupar la vacante que existía como Agente Tutor.

Se me levantaron las antenas...:¿Policía Tutor? ¡Qué concepto tan desconocido para mi en lo relativo a su aplicación práctica! Baleares, Menorca, se han tomado la figura en serio y la están desarrollando. Y esto es también derecho de familia. El empleo de Policía Tutor, me explica “Nando”, viene definido en el programa de Policía Tutor de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears y se encuentra implantado en 61 de sus 67 municipios. Se inició en el año 2001, cuando el pequeño municipio de Pollença, de unos 16.000 habitantes, presentó ese innovador proyecto. Eso lo hizo pionero en el territorio nacional junto con Madrid, donde se inició de forma paralela un proyecto similar. Hoy en día y gracias a la FEMP se han regulado las competencias de dicha figura y se ha ampliado la formación al resto del estado, implantándose ya en muchas otras provincias del país, ofreciendo muy buenos resultados en cuanto a la prevención y detección de conflictos. Es un agente de la autoridad, dedicado a colaborar con la comunidad educativa y con los profesionales del ámbito social, especializado en la intervención de conflictos en los que existan menores, bien sea cooperando en la resolución de conflictos privados o en el entorno escolar, o interviniendo directamente en las conductas de riesgo: el acoso escolar, los abusos sexuales a menores y el uso inadecuado de las nuevas tecnologías por poner algunos ejemplos. Este agente debe tener el perfil de un colaborador próximo que facilite la resolución de estos problemas con capacidad para convertirse en un referente para los menores. El ámbito de actuación con los menores es predominantemente municipal, a pesar de que nos coordinamos, personalizo lo que me dice, con los Agentes Tutores de los municipios cercanos para colaborar con estos si somos requeridos. De ahí que deba tener una fuerte presencia en todo el ámbito educativo, bien sea en los propios colegios, como en los espacios y locales públicos, zonas de reunión y deportivas, las nuevas tecnologías de la información y comunicación y todas aquellas actividades que permitan la interactuación con los menores, para tornarse una figura común a estos y no un personaje abstracto.

Pero no sólo el ámbito educativo es importante, ya que el Agente Tutor, por las características especiales de sus funciones, debe coordinarse perfectamente con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con los órganos judiciales y de servicio de Protección al menor, así como con los Servicios Sociales para aquellos casos de desamparo y necesidad, teniendo como principales funciones las siguientes:

En los centros escolares, deportivos y de ocio: la intervención ante menores sin escolarizar o en los casos de absentismo escolar, así como la vigilancia en los exteriores de los centros educativos para prevenir el tráfico y la tenencia y consumo de drogas, alcohol y/o tabaco en el interior de los centros, a petición de estos. Asesorar a los equipos directivos de los centros escolares en todas aquellas materias propias de la Policía Local, así como en la aplicación de los manuales de autoprotección escolar y en la mejora de la seguridad vial en las inmediaciones de los centros, estableciendo rutas seguras y regulando el tráfico en los horarios de mayor afluencia a estas zonas. La realización de campañas y acciones didácticas y preventivas en temas como el consumo de drogas, nuevas tecnologías, educación vial, acoso escolar, violencia de género y Ordenanzas Municipales, además de aquellas que puedan resultar interesantes para los centros que las reclamen.

En el ámbito abierto: prevención y actuación ante hechos delictivos cometidos por menores, acceso de estos a locales y establecimientos públicos, venta de alcohol y tabaco, vigilancia de cualquier conducta de riesgo y colaborar en la resolución de conflictos siempre que no sean constitutivos de infracción penal.

La cuestión no es solo esto, sino que “Nando” tiene presente, según me explica, que debe ser una persona cercana y accesible para los menores, tratando con niños y adolescentes debe serlo aún mucho más si cabe porque la figura de referente se aleja mucho de la función represiva que tienen las fuerzas de seguridad, convirtiéndose en alguien en quien ellos puedan ver una ayuda cuando se encuentran ante un problema, o alguien que pueda echarles una mano el día en que se meten en un lío. El perfil de Agente Tutor debe ser el de una persona en quien ellos puedan depositar su confianza, combinándolo con una cierta autoridad. Y termina su explicación dándome información del portal de la CAIB

Estamos introduciendo en los grandes foros nuevas figuras de derecho de familia, como el coordinador parental, vinculadas a los Juzgados, aquí tenemos otra figura que también puede vincularse a los Juzgados en el desarrollo de las ejecuciones de Sentencia, ¿por qué no pensar sobre ello?.