Blogs

Jaguar castellano

La Razón
La RazónLa Razón

Los jueves noche, en Valladolid, salen los universitarios, aunque ahora parece que se suma a la fiesta ‹‹un felino de grandes dimensiones››.

La noticia corrió como la pólvora: un jaguar estaba suelto por el término de Montemayor de Pililla y Traspinedo; y los Alcaldes de respectivos municipios, para curarse en salud, firmaron un bando informando de la situación. Twitter y Facebook se encargaron de llevar el jaguar castellano hasta la última casa de la provincia vallisoletana, y el miedo y la intranquilidad comenzaron a hacerse notar. ‹‹Si lo dice el propio Ayuntamiento, no puede ser mentira››.

Ante este anuncio, paré un segundo a recapacitar si podía ser cierto o simplemente se trataba de una broma de escasa gracia. Lejos quedaba el 28 de diciembre, por lo que descarté una posible inocentada. He de confesar que el canguelo –por un momento– se adueñó de mí. ¿Y si salgo a pasear por Tierra de Pinares y me encuentro con semejante animal?

Llamé a un buen amigo de la zona para ver qué estaba ocurriendo: ‹‹Dicen que se ha escapado de una finca. Su dueño se lo compró a un circo cuando aún era un cachorro››. Yo ya no me creía nada. Recordé estos pijamas que venden con forma de animales y pensé que alguien podría haberse tomado el carnaval por adelantado. O la borrachera, que los ojos se cruzan y por la noche todos los gatos –o jaguares– son pardos.

Escasas horas más tarde, Subdelegación del Gobierno tranquilizaba vía Twitter desmintiendo dicha información, simplemente se trataba de un bulo de origen desconocido. No obstante, el Seprona lo investiga, no vaya a ser que haya sorpresas de última hora.

Todo apunta a que alguien pudo confundirlo con una jineta o un lince, aunque yo no descarto nada. ¿No hay quien tiene un toro en su desguace para prevenir robos? ¿Por qué no tener un jaguar?

Montamos un circo y nos crecen los enanos.