¿Quieres casarte conmigo? - Ella

© Mr. Wonderful

Así que lleváis un tiempo saliendo juntos y ya habéis tenido esa conversación sobre el futuro: queréis casaros, a lo mejor tener una familia, vivir en una vivienda en ese barrio tan agradable por el que paseáis de vez en cuando... Estás cada día más enamorada, hablas con tu mejor amiga y le cuentas lo feliz que eres, cómo sientes por haber encontrado a alguien que te completa, a quien te hace feliz en lo pequeño y en lo grande, en el día a día y en las ocasiones especiales. Ya te diste cuenta cuando os conocisteis. Cada vez que quedabais te apetecía todo con él: salir solos, salir con sus amigos, salir con tus amigas, salir con sus hermanos o con los tuyos, ir al cine, ir de cañas (aunque cuando le conociste no bebías cerveza), ir a una exposición de algo que os apasiona, salir hasta las 7 a.m. cuando tú eres de recogerte temprano... Desde el principio ha sido imposible que te aburras con él, porque simplemente no es posible. Siempre os apetece veros y siempre lo pasáis bien juntos. Porque cada momento que pasáis juntos es una fiesta,porque saca lo mejor de ti, porque te gusta todo de él y porque con él te sientes en casa. A veces es difícil de explicar, es como la tranquilidad y la paz que se siente al disfrutar de momentos de soledad pero con un extra que hace que todo parezca la versión VIP de tu día a día.

Algo en tu cabeza empieza a decirte que lo que entendiste en el momento que lo conociste cada vez está más cerca, que no hay nada que os pueda separar, y te sientes feliz.

Y sin saber muy bien por qué ni de qué manera, un día te encuentras haciendo la siguiente búsqueda en Google:

Vestidos de novia

Antes de apretar ENTER miras hacia los lados y hacia atrás, no vaya a ser que tus compañeros de trabajo te descubran in fraganti. Aprietas ENTER sin respirar.

Poff.

En 0.77 segundos tu mundo ha cambiado y ahora alberga aproximadamente 783.000 búsquedas nuevas (palabra de Google).

Oh my God! ¡Qué cantidad de vestidos! ¡Qué cantidad de opciones! Esto es una locura. No puede ser. ¿Pero cómo va a haber tantas opciones?

Y ya, más que nada por comprobar que tal cantidad de opciones realmente existen y viendo que nadie te ha descubierto aún te atreves a entrar en dos o tres marcas que te suenan. Y en esta no-búsqueda descubres ESE MODELAZO que en estos momentos abarca toda la pantalla de tu ordenador (del trabajo) y sabes que tiene que ser ése. Te salen los corazones de los ojos como el emoji del Whatsapp. Y lo guardas en tu tablón secreto de Pinterest. Sssshhhhhhh. Miras de nuevo a derecha e izquierda (y sobre todo detrás de tu nuca).

Vuelves en ti. Mejor seguir con tus cosas, al fin y al cabo nada ha cambiado de ayer a hoy, él no te ha dado ninguna señal, ni habéis vuelto a hablar de “eso”, ni hay ningún plan a la vista. “¿Pero qué mosca me ha picado? ¿Qué hago yo mirando vestidos de novia? Seguramente me estoy volviendo loca. Vamos a esperar pacientemente hasta que llegue el momento.”

Pero ¿qué ocurre? Que el gusanillo ya está ahí y, a escondidas y sin decirle nada a nadie, en tu móvil, vas mirando más vestidos, y luego los tocados que pueden ir con cada vestido, y el maquillaje, y los zapatos, y con cada nuevo match tú te imaginas vestida de novia viendo su cara al verte llegar. Y el corazón se te acelera, sueñas, sonríes y te lo imaginas a él, también vestido de novio, esperándote.

Y ahí estás, en secreto, empezando a planear una boda de la que aún no tienes noticias.

Pero tranquila. Antes de pensar que tienes que llamar al psiquiatra porque tu salud mental empieza a tambalearse te diré que lo más probable es que él esté mientras tanto planeando sus cosas, pensando cómo te lo va a pedir, qué ocasión escoger, si va a regalarte o no un anillo, qué te va a decir y si se pondrá de rodillas o no.

Esto es como cuando te explicaban las hormonas en el colegio, que nadie sabe muy bien de dónde vienen ni a dónde van pero se transmiten por el aire y se va pegando de unos a otros.

Presentamos “Wedding hormones”: Las encargadas de ponerte a decidir cómo será la boda y él a decidir el cuándo.

Y si quieres saber qué puede estar pensando él no te pierdas el próximo post.

¡Feliz semana!