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Estudio internacional

La ciencia desvela la verdadera edad de las pinturas de la Cueva de Altamira

Las nuevas técnicas usadas indican que los famosos polícromos del techo Patrimonio de la Humanidad habrían sido pintados a lo largo de miles de años.

Bisonte de las cuevas de Altamira Janeb13Creative Commons

La cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar, Cantabria, fue el primer yacimiento donde se descubrió y dató la existencia de arte rupestre paleolítico, un hallazgo que fue malinterpretado en su época y no reconocido hasta principios del siglo XX. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo bajo el proyecto internacional First Art ha permitido datar la edad real del techo de los polícromos de la cueva de Altamira.

El informe ha sido llevado a cabo por un equipo multidisciplinar integrado por personal del Museo de Altamira y de diversos expertos de Extremadura, Madrid, China, Australia, Portugal, Reino Unido y Alemania. Y es especialmente destacable por que las muestras se procesaron en un laboratorio completamente independiente de la controversia científica previa. Además, los científicos volvieron a analizar áreas que fueron datadas previamente en 2012, verificando así tanto su validez como la validez método utilizado en ese momentos.

Por otra parte, se ha ampliado la información disponible con nuevas dataciones realizadas en figuras del Techo Policromado que previamente carecían de atención cronológica.

Cuándo se pintó la Cueva de Altamira

Las nuevas técnicas usadas en este estudio indican que los famosos polícromos de ese techo Patrimonio de la Humanidad habrían sido pintados a lo largo de miles de años.

Este estudio, publicado en la revista Journal of Archaeological Science, ha desvelado que el techo de los polícromos de la cueva de Altamira fue pintado hace más de 30.000 años, en el periodo Gravetiense o antes, y que las pinturas figurativas y las simbólicas convivían en el arte de la Península Ibérica desde las primeras etapas del Paleolítico Superior.

También demuestran esas pinturas, con sus figuras y símbolos, que se puede dar por superado el debate sobre si fueron las representaciones no figurativas lo que primero se representó, ya que se confirma que figuras y símbolos convivieron desde las primeras etapas, informa Efe.

El trabajo se inició en 2018 con la recogida de esas costras carbonatadas que están superpuestas a elementos gráficos representados en varios puntos de Altamira, que al ser datadas por series de uranio indicaron que algunas figuras pintadas en rojo podía ser del periodo Auriñaciense (que abarca del 43.000 hasta hace 35.000 años) y no del Magdaleniense (15.000-9.500 años) como señalaron dataciones anteriores por radiocarbono de pigmentos negros.

En concreto, una de las muestras arrojó una edad mínima de 32.790 con más o menos 4.830 años de variación para los signos claviformes, mientras que otras proporcionaron edades mínimas de 22.600 (con más/menos 70 años) y 32.020 (con más/menos 170 años) para los caballos pintados en rojo.

Los investigadores destacan del estudio la confirmación de que las pinturas figurativas (caballos rojos) convivieron con las simbólicas (signos claviformes) en la Península Ibérica desde las primeras etapas del Paleolítico superior, lo que "tiene implicaciones en el mundo simbólico de las personas que las crearon". EFE

Cómo es la cueva de Altamira

El acceso al interior de la cueva se realiza a través de la galería principal, de unos 300 m de longitud, que da acceso a varias cámaras y galerías conectadas directamente con ella. La disposición horizontal de la geología caliza laminada implica que la cueva presenta poca circulación de agua y está prácticamente exenta de actividad espeleotémica. A lo largo del tiempo geológico, el espacio cavernoso ha evolucionado mediante derrumbes de bloques ortogonales, lo que también ha provocado que las paredes presenten un perfil escalonado y laminado.

Entre la década de 1950 y principios de la década de 2000, Altamira se convirtió en una atracción turística de primer orden. La gran afluencia de visitantes durante este periodo alteró gravemente las condiciones ambientales de la cueva, causando importantes problemas de conservación en las pinturas. Esto condujo al cierre de la cueva al público, lo que dio inicio a un proyecto de conservación científica que dio lugar a un nuevo régimen de visitas más respetuoso con la dinámica natural de la cueva.

Actualmente, la cueva está abierta al público pero de manera restringida. Las visitas se llevan a cabo a través de cita previa, con y con un máximo de cinco personas a la semana.

Qué es First Art

First Art es un proyecto internacional que reúne a varios equipos especializados en documentación de arte rupestre, datación cronológica mediante muestras orgánicas y geológicas, caracterización de pigmentos, determinación y secuenciación de ADN humano antiguo e interpretación del simbolismo prehistórico mediante métodos de identificación neurocognitivos y convencionales.