El tiempo

Un 25 de julio de paraguas intermitente en Cantabria… pero con final más amable

Las mínimas rondarán los 9 grados, muy frescas para esta época del año

Ruta de Cantabria
Una imagen de Cantabria en un día nublado. Rutas por España

Este jueves, día de Santiago, Cantabria se despide del sol, al menos durante buena parte del día. El cielo amanecerá cubierto, con nubes bajas que se agarran a los valles y un ambiente que invita más a una tarde de café y libro que a una jornada de playa. Las lluvias, eso sí, serán débiles y dispersas. Más un murmullo que un chaparrón. Y aunque estarán presentes en la mayor parte del territorio, en el extremo sur y en la zona de Liébana podrían incluso pasar de largo.

El ambiente húmedo se acentuará con brumas y bancos de niebla en el interior, sobre todo a primera y última hora. Es esa niebla tan típica del norte, que borra los contornos y convierte cualquier carretera comarcal en una escena de película pausada. Después, con el paso de las horas, las precipitaciones irán remitiendo poco a poco. Y ya por la tarde ,si todo va según lo previsto, el cielo comenzará a abrirse en algunos puntos, dejando paso a intervalos nubosos y, quizás, algún rayo de sol algo tímido.

Máximas de 24 grados

Las temperaturas no jugarán a los extremos. La mínima rondará los 9 grados, fresquita, para lo que marca el calendario, mientras que la máxima podría alcanzar los 24, aunque en el litoral el ascenso será apenas perceptible. Un contraste que dibuja dos Cantabrias: la del abrigo fino en los pueblos del interior y la de la manga larga remangada en la costa.

En cuanto al viento, nada que preocupe: será flojo y algo juguetón en el interior, con dirección variable, mientras que en la costa soplará del noroeste y norte, lo justo para refrescar sin agitar.

En definitiva, un día con alma de norte: húmedo, tranquilo y con ese aire nostálgico que a veces tiene el verano en Cantabria. No será un festivo de postal soleada, pero sí uno que invita a mirar el paisaje con calma… y tal vez a agradecer que el calor sofocante aún esté lejos.